El equipo de DEIBme (especialistas en diversidad, equidad, inclusión y pertenencia), realizó informe y análisis bajo el título "¿Qué lugar tiene el duelo en el trabajo?". Aborda un tema poco explorado pero cada vez más presente sobre cómo acompañan las empresas a las personas que atraviesan un duelo, y qué dice esa respuesta sobre la cultura que estamos construyendo en las empresas y lugares de trabajo. Luis Etchenique dialogó en DE UNA al respecto. Escuchá la nota!
En América Latina, 1 de cada 8 personas que trabaja está atravesando una pérdida significativa, y aún así, en la mayoría de los países los marcos legales siguen limitando el reconocimiento del duelo a un número acotado de vínculos tradicionales.
En la Argentina, por ejemplo, el permiso alcanza apenas a madres, padres, hijos o cónyuges, con una duración de tres días pagos. Todo lo que queda por fuera de esa cuadrícula —hermanos, abuelas, parejas no registradas, redes afectivas diversas o amistades que funcionan como sostén cotidiano— continúa invisibilizado. Tampoco hay reconocimiento para quienes atraviesan interrupciones de embarazo o para quienes pierden a alguien como consecuencia de un hecho de violencia que no encuadra dentro de una categoría jurídica específica, y la omisión de todo lo que no se nombra en la política pública y en las regulaciones internas no se protege (ni se habilita) a ser transitado con legitimidad.
Luis Etchenique, un experto con más de 20 años en gestión de recursos humanos, cambio organizacional y diversidad, equidad e inclusión (DEI), dialogó con DE UNA y puso en evidencia el poco acompañamiento que reciben los trabajadores por parte de las organizaciones en momentos de duelo. No solamente en término de licencias legales, sino también en términos de políticas o prácticas que ayuden a afrontar el proceso de dolor y de sufrimiento que implica el duelo de un familiar, de un amigo o, incluso, de una mascota.
“Desde el punto de vista legal, todo lo que no entra en las, vamos a denominarlas, relaciones directas, ya sea pareja formal, padres e hijos, no tienen permisos de licencia. Aún cuando sabemos hoy la familia ya no es sólo mamá y papá”, explicó.
A su vez, indicó que tampoco existen licencias para aquellas personas que han transitado violencia de género o la pérdida de un embarazo.
En este sentido, el equipo DEIBme propone implementar días especiales en estos casos, con el objetivo de que las organizaciones tomen conciencia del impacto que estas situaciones tienen, tanto en el estado emocional de la persona, como en su productividad.