La aeronave de PSA Airlines colisionó con un helicóptero militar mientras se aproximaba al Aeropuerto Nacional Reagan.
Un avión comercial con unos 60 pasajeros y cuatro tripulantes colisionó este miércoles en Washington con un helicóptero militar sobre el río Potomac cuando efectuaba la maniobra de aproximación al aeropuerto Ronald Reagan. El avión siniestrado (vuelo American Eagle 5342), operado por PSA Airlines, subsidiaria de American Airlines, era un Bombardier CRJ-700 que había partido de Wichita (Kansas) en un vuelo interior, según ha indicado la autoridad aérea (FAA, por sus siglas en inglés). El accidente se produjo a las 20.48, hora local (2.48 en la España peninsular), cuando el aparato chocó en pleno vuelo con un helicóptero Sikorsky H-60 (Black Hawk) que realizaba maniobras de entrenamiento. El helicóptero llevaba tres militares a bordo.
Los equipos de rescate recuperaron una veintena de cuerpos del agua, pero ninguna persona viva, según los medios locales. No se espera que haya supervivientes, dada la naturaleza del accidente. El helicóptero, según la secuencia grabada en vídeo y difundida en las redes, se acercó al avión hasta estrellarse con él. Los aparatos explotaron en el aire, iluminando el cielo de la capital, según se aprecia en un vídeo tomado con la webcam del Kennedy Center. Los datos de vuelo de FlightAware muestran que estaba en plena maniobra de aproximación al aeropuerto. Tras el choque, los restos se hundieron en las oscuras y gélidas aguas del río Potomac.
American Airlines confirmó la información conocida del accidente en un comunicado, incluida la cifra de pasajeros y tripulantes. ”Nuestra preocupación se centra en los pasajeros y la tripulación a bordo de la aeronave. Estamos en contacto con las autoridades y colaborando en la respuesta de emergencia”, dijo la compañía, que abrió líneas de asistencia para familiares. Los entrenadores de patinaje sobre hielo rusos y excampeones del mundo Yevgenia Shishkova y Vadim Naumov formaban parte del pasaje. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha informado en la mañana de este jueves de que junto a los dos deportistas viajaban en el avión otros ciudadanos de nacionalidad rusa.
Robert Isom, consejero delegado de la compañía, indicó en un vídeo que la aerolínea estaba cooperando con las autoridades federales, estatales y locales que investigan el accidente. “Queremos averiguar todo lo que podamos sobre los acontecimientos de hoy”, dijo, expresando su dolor a las víctimas y añadiendo que pronto se dirigirá a Washington junto a miembros de su equipo.
“He sido plenamente informado del terrible accidente que acaba de tener lugar en el Aeropuerto Nacional Reagan. Que Dios bendiga sus almas. Gracias por el increíble trabajo que están haciendo nuestros primeros intervinientes”, declaró el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en un comunicado distribuido por la Casa Blanca.
Trump: “Se debería haber evitado”
El presidente, sin embargo, no se conformó con eso y luego escribió sus comentarios en Truth, su red social. “El avión estaba en una línea de aproximación perfecta y rutinaria al aeropuerto. El helicóptero iba directo hacia el avión durante un largo periodo de tiempo. Era una noche clara, las luces del avión estaban encendidas, ¿por qué el helicóptero no subió o bajó, o giró? ¿Por qué la torre de control no le dijo al helicóptero lo que tenía que hacer en lugar de preguntarle si había visto el avión? Es una mala situación que parece que se debería haber evitado. ¡¡¡NO ES BUENA!!!”, señaló.
“Confirmado pequeño avión caído en el río Potomac cerca del Aeropuerto Nacional Reagan. Barcos de bomberos en escena”, tuiteó el servicio de bomberos antes de conocerse la escala de la tragedia. Enseguida hubo un fuerte despliegue de vehículos de emergencia junto al río y por el centro de la ciudad sonaron las sirenas de camiones de bomberos y policías que se dirigían a la zona.
Unas 300 personas de los servicios de emergencia participan en las tareas de rescate, según indicó el jefe de los bomberos de Washington en una rueda de prensa en el aeropuerto hacia la una de la madrugada.
“Se han interrumpido todos los despegues y aterrizajes en DCA. El personal de emergencia está respondiendo a un incidente aéreo en el aeródromo. La terminal permanece abierta”, avisó la cuenta del Aeropuerto Ronald Reagan (DCA), que suspendió las operaciones hasta el jueves. El aeropuerto se encuentra ya en el Estado de Virginia, en la ribera del río Potomac. Los vuelos con destino a dicho aeropuerto fueron desviados a los aeropuertos de Dulles (Virginia) y Baltimore (Maryland), que también dan servicio a la capital.
“Esta noche, hemos recibido noticias devastadoras de lo que solo puede describirse como nada menos que una pesadilla. Un avión que viajaba a la capital de la nación desde Wichita, Kansas, con unos 60 pasajeros, colisionó con un helicóptero militar. Mi oración es que Dios envuelva con sus brazos a todas y cada una de las víctimas y que siga estando con sus familias”, escribió, por su parte, el senador por el Estado de Kansas Roger Marshall.
El accidente de 1982
En Washington aún se recuerda el accidente del vuelo 90 de Air Florida que partió el 13 de enero de 1982 desde el Aeropuerto Nacional Ronald Reagan, rumbo al aeropuerto de Fort Lauderdale (Florida) que debía hacer escala en Tampa (Florida). El Boeing 737 de 12 años y 9 meses se estrelló en el puente de la Calle 14 sobre el río Potomac, falleciendo 74 personas que iban a bordo. Hubo cinco supervivientes que iban en el avión.
El avión transportaba 74 pasajeros y 5 tripulantes de cabina en el momento del accidente, cuando falló el despegue. 70 pasajeros y 4 miembros de la tripulación murieron, además de cuatro transeúntes en tierra. El accidente ocurrió cerca de la Casa Blanca, el Pentágono y el Monumento a Jefferson. El día del accidente, el aeropuerto Ronald Reagan había sido cerrado por una fuerte tormenta de nieve, luego abrió sus operaciones a mediodía en condiciones limitadas, cuando comenzaron a cesar las nevadas. Las condiciones meteorológicas y la deficiente descongelación del avión fueron apuntados como causas de aquella tragedia.
El último accidente mortal de una aerolínea comercial estadounidense fue el del vuelo 3407 de Colgan Air, bajo la bandera de Continental, que se estrelló cerca de Búfalo (Nueva York), causando la muerte de 50 personas, el 12 de febrero de 2009. Por su parte, el accidente más reciente de American Airlines se produjo en noviembre de 2001, cuando un avión se estrelló en Queens, matando a las 260 personas a bordo.