Así lo expresó el abogado constitucionalista, Eduardo Barcesat, quien se refirió a la decisión del gobierno de poner un alambre perimetral en la frontera con Bolivia. Escuchá la nota.
El abogado constitucionalista Eduardo Barcesat dialogó con DE UNA acerca de la decisión del gobierno de poner un alambre perimetral en la frontera con Bolivia.
“Esta decisión es un papelón internacional, una enemistad innecesaria con un gobierno y un pueblo vecino limítrofe a la Argentina, como es Bolivia”.
De acuerdo a los dichos de Barcesat esto es una “muestra del ridículo” y consideró que el gobierno nacional quiere tomar acciones parecidas a las de Trump, “que son totalmente adversas al derecho internacional público, y que es parte de la prepotencia de un imperio y de la política de Trump, de impedir todo aquello que signifique el ingreso masivo de inmigración fundamentalmente Latinoamericana. Pero poner 200 metros de alambre de púa sobre el río Bermejo, me parece un grotesco y de un infantilismo, que creo que nos desmerece”.
El abogado constitucionalista, quien tiene un posicionamiento antagónico al Presidente Milei fue crítico con este respecto a su discurso en el Foro Económico Mundial de Davos, donde realizó “expresiones absolutamente ajenas al objeto del encuentro económico y con un lenguaje soez y desaforado, intimidante y amenazante”, por lo que comentó que en la jornada del martes se ingresó un nuevo pedido de juicio político contra el presidente Javier Milei, ante la Cámara de Diputados de la Nación, “para que definitivamente dé comienzo al pedido de enjuiciamiento por mal desempeño y posible comisión de delitos en ejercicio de la función pública. Creo que la Argentina no se merece estar sujeta a la conducta y mentalidad de un psicópata que pone en riesgo la integridad territorial argentina, que pone en riesgo la titularidad de nuestras riquezas y recursos naturales y que ya ha provocado rupturas diplomáticas con Venezuela, Colombia y ahora estamos en agua de borrajas en ver qué pasa con Brasil, con Chile y con Uruguay”.
Barcesat planteó que “estamos en esta situación en que la Nación Argentina es el hazme reír internacional en función de estas actitudes provocativas e improcedentes en lo que hace al lenguaje del Presidente de la Nación”.
El constitucionalista realizó un análisis de la situación que se atraviesa y consideró que “todos estos actos son aberrantes a la luz del texto constitucional y quebrantan el deber de obediencia a la supremacía constitucional, que fue una de las incorporaciones más señeras de la reforma del año 94, que no solamente condena los golpes de estados clásicos militares que han asolado nuestra historia institucional, sino también cuando un gobierno con legitimidad de origen trasgrede los límites arreglados de sus incumbencias constitucionales para apropiarse de las otras atribuciones que le competen a otro poder del gobierno federal, con lo que la Constitución deja de regir en la misma medida”.
Consultado sobre la repercusión de nuestro país alineado con el discurso de Trump, Barcesat planteó que “haber aplaudido el discurso de Trump y la asunción del mando con signos fascistoides nazis de parte de su secretario de Estado, Elon Musk, es otra de las pésimas decisiones que ha tomado el actual gobierno en materia de relaciones internacionales, y que hay que tomar ejemplo de la repercusión que tuvieron estas manifestaciones, tanto en países latinoamericanos como europeos, señalando el carácter de expansionismo territorial y de prepotencia institucional de Estados Unidos, diciendo que si no le venden Groenlandia al precio que quiere, aumentará los aranceles de todos los productos que vengan de Dinamarca”.