Abuso sexual, físico y violencia por 25 años la llevaron a matar a su padre para escapar del infierno

El 2 de enero se produjo un parricidio en la localidad de Almafuerte, donde en la zona rural, Jénifer Raymondo, de 30 años, mató a su padre, ella misma reconoció el hecho y fue detenida, sin embargo 13 días después fue liberada.

Jénifer mató a Atilio Raymondo de 60 años y posteriormente llamó a una ambulancia y confesó, en el lugar del hecho, que le había aplicado una puñalada.

DE UNA dialogó con Carlos Patjman, abogado defensor de Jénifer quien relató una historia de vida marcada por todo tipo de abusos y violencia. 

Jénifer estaba acusada de homicidio calificado por el vínculo, por el  parricidio y al momento de su  declaración indagatoria decidió prestar colaboración y relató los hechos que sucedieron en la madrugada del 2 de enero.

“Cuando la fiscalía le preguntó por qué había hecho eso se abrieron las puertas del infierno y pasamos a una instancia totalmente diferente y desde la pubertad  y un enorme abuso sexual desde la pubertad hasta los 30 años” relató el abogado defensor. 

Jénifer padeció más de dos décadas de abuso constante y permanente, su madre huyó junto a sus hermanitos y ella quedó sola.

“Su padre se encargó de hacerle entender que todos la habían abandonado, en realidad habían huido de una violencia extrema y hasta llegó a crear, vivir y aprender su propia manera de ser indefensa, asimiló que defenderse era difícil hasta el punto que en algún momento del relato ella manifiesta que no se acuerda cómo su padre cae preso y ella es instruida por él para no contar nada porque iba a quedar sola. No podía salir de ese infierno. Muchos hablan de que se puede llegar al infierno, pero nadie nos ha contado en ninguna historia cómo se sale desde el infierno y Jénifer salió de la única manera que pudo”.

Patjman relató que el 2 de enero ante una nueva situación de abuso de la que intentó negarse y luego de 20 años de abusos sexuales, Jénifer tomó un arma blanca y decidió terminar con su infierno.

“El fiscal después de este relato evacuó todos los puntos, hizo el pedido de la pericia psiquiátrica y psicológica y con toda la información decidió cambiar la carátula a un homicidio en emoción violenta lo que mejoró la posición procesal”.

El Defensor consideró que “la declaración de la emoción violenta puede bajar los años de condena, pero nosotros creemos que la palabra inocente o absuelta o sobreseída son las palabras que tienen que andar en esta resolución de este expediente porque hay una perspectiva de género indiscutible y de infancia porque era justamente una mujer, niña y esas dos perspectivas marcan la vulnerabilidad extrema que termina concluyendo en una indefensión aprehendida y termina para culminar en una alteración aguda de situación psicológica que concluye apuñalando a su padre”.

DE UNA 

FOTO DE CARÁCTER ILUSTRATIVO