Diego Valenzuela abandona el Pro y se incorpora de manera oficial a La Libertad Avanza

En medio de las tensiones entre Javier Milei y Mauricio Macri, el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, abandona el Pro, el partido que conduce el expresidente, para incorporarse de manera oficial a La Libertad Avanza (LLA).

Si bien Valenzuela, un aliado de Patricia Bullrich, ya venía trabajando en conjunto con los armadores de Milei en Buenos Aires, la jugada tiene un alto valor simbólico e implica un triunfo político para la Casa Rosada con vistas a las próximas elecciones legislativas. Es que Milei no solo logra arrebatarle otro dirigente a sus aliados de Pro, sino que suma al primer jefe municipal en el estratégico conurbano bonaerense, epicentro del poder del kirchnerismo.

Valenzuela, quien conoce a Milei desde hace años -estudiaron juntos en la universidad- confirmó hoy su pase a LLA con un mensaje en las redes sociales. El exdirigente de Pro se mostró junto a Sebastián Pareja, titular del partido libertario en Buenos Aires y principal estratega en la provincia de la fuerza que lidera Karina Milei a nivel nacional. Minutos antes, el Presidente se adelantó y le dio la bienvenida con su posteo. “Bienvenido Diego Valenzuela a La Libertad Avanza, para continuar yendo hasta el fondo con las ideas de la libertad. Viva la libertad carajo”, escribió en su cuenta de X.

¿Se afiliará Valenzuela a LLA? “Probablemente”, dicen cerca del dirigente. Pareja, subsecretario de Integración Socio-Urbana, también celebró la decisión del exaliado de Horacio Rodríguez Larreta en 2023. “Vamos a trabajar para llevar las banderas de la libertad a toda la provincia”, resaltó. “Manos a la obra”, replicó Valenzuela.

Ayer, Pareja había logrado un acuerdo con el intendente de 25 de Mayo, Ramiro Egüen, para que se sume a LLA.

Valenzuela y Bullrich aunaron fuerzas en mayo del año pasado cuando Macri y Cristian Ritondo desplazaron a Daniela Reich, esposa del jefe municipal, de la conducción de Pro Buenos Aires. La movida se concretó gracias a las renuncias que presentaron 24 de los 33 miembros del Consejo Directivo provincial. Así, vaciaron de poder a Reich, que resistía el recambio de autoridades.

El movimiento implicó un punto de quiebre. En guerra con Macri por el control de Pro, Bullrich y Valenzuela aceleraron el plan de fusión con Milei, una idea que resistía el expresidente. Primero unieron a sus diputados con el bloque de LLA en la Legislatura provincial. Luego, apostaron a integrar tropas en los territorios más populosos del conurbano. Ambos concuerdan en que el votante del extinto Juntos por el Cambio ya migró al campamento libertario y reclama apoyo al Gobierno, por lo cual, consideran que no hay lugar para el Pro en la oposición. Ellos, asumen, son oficialistas.

A diferencia de Bullrich, Valenzuela enfoca su mira en la provincia más poblada del país. Apuesta a posicionarse como un eventual candidato a gobernador de Milei en 2027. Pero la competencia recién arranca: ese lugar también es codiciado por Pareja, José Luis Espert e incluso Diego Santilli, otro referente de Pro que coquetea con un salto a LLA.

El movimiento de fichas en el tablero bonaerense se producirá horas después de que escalara el conflicto entre Pro y LLA por el comunicado del partido amarillo en el que se cuestionó al gobierno de Javier Milei por haber excluido el presupuesto 2025 del temario de proyectos de ley a tratar durante las sesiones extraordinarias en el Congreso. Ese pronunciamiento de la cúpula de Pro provocó un fuerte malestar en la Casa Rosada. A su vez, profundizó así la grieta interna entre los que promueven un acuerdo con Milei para confluir en las próximas elecciones legislativas y aquellos que prefieren que Pro compita en soledad y preserve su identidad ante el destrato de los libertarios.

La semana pasada, Milei le propuso a Macri negociar un “acuerdo total” para “arrasar con el kirchnerismo” en las próximas elecciones. Un día después, el jefe de Pro aceptó públicamente la propuesta y eligió a cinco dirigentes de su espacio para negociar los términos de esa alianza. Sin imponer condiciones, como había hecho en diciembre, el expresidente pidió defender las ideas del “cambio, la libertad y las instituciones”. La respuesta del Gobierno fue el silencio.

Pese a los guiños entre Milei y Macri para negociar una alianza, en ambos bandos admiten que la discusión está plagada de escollos. Y la Capital asoma como la gran batalla.



LA NACION