Raúl González, vecino de la zona rural de Cañada del Sauce, fue asistido en Berrotarán y luego lo trasladaron al hospital de Río Cuarto, donde recibió el antídoto y las medidas sanitarias para salvar su vida.
Raúl González, vecino de la zona de Cañada del Sauce, sufrió la mordedura en una pierna de una víbora yarará, luego de volver de rezar en las sierras.
El diálogo con Micrófono Abierto, comentó que al atardecer realiza sus oraciones en la zona serrana y cuando volvía a su casa sintió la mordedura.
“Sentí que me hincó algo en el pie, como una aguja, una penca, me doy vuelta y veo la serpiente que se deslizaba entre las piedras, pero no me causó el susto que pensé que podía causarme. Ví que me mordió, y ahí nomás pensé lo que había que hacer”.
Como Raúl estaba cerca de su casa, agarró la camioneta y su hijo lo llevó a un centro de Berrotarán y de ahí fue trasladado al hospital de Río Cuarto.
“Apenas se me alcanzó a hinchar el pie, me pusieron suero, y de allí me trasladaron en la ambulancia al hospital de Río Cuarto”.
Raúl relató que actuó rápidamente al ver a la víbora y agradeció a la gente que lo ayudó en Berrotarán y lo llevó a Río Cuarto. “Todo lo hicimos a tiempo, y no me sucedió nada, hay que tener cuidado, porque creo que la saqué barata. Al momento que me mordió, sentí dolor, un poco de ardor, pero no fue tan fuerte”.
El vecino de Cañada del Sauce relató que estaba con alpargatas, lo que facilitó la mordedura de la víbora.
De acuerdo a lo expresado por Raúl, en Berrotarán le dieron los primeros auxilios con el suero y el antídoto, pero luego en Río Cuarto completaron el esquema de atención frente a la mordedura de la serpiente.
El baquiano de 62 años relató que ya en otra ocasión se metió una víbora en su habitación cuando dormía. Recomendó tener cuidado porque al anochecer, cuando refresca es cuando salen las víboras a buscar alimento.