El ídolo y máximo ganador en la historia del club como jugador tendrá su chance de comandar al primer equipo luego del despido de Rubén Darío Insua
La búsqueda de entrenador en San Lorenzo ha llegado a su fin. Luego del despido de Rubén Darío Insua, finalmente se tomó la determinación de que la vacancia definitivamente sea ocupada por Leandro Atilio Romagnoli; ratificándole en el cargo luego de asumir pocos días atrás de manera interina tras el final del ciclo del Gallego.
Tras las negativas de Luis Zubeldía y Gabriel Heinze, en el día de hoy hubo una reunión virtual con Juan Carlos Osorio (ex-Selección de México y Paraguay) y otra presencial con el Pipi, donde el ídolo expresó sus ganas de asumir en el cargo y que consideraba que era su momento para hacerlo luego de dos previos interinatos en 2020 y 2021; en la misma tónica a sus dichos luego del empate con Central Córdoba en Santiago del Estero.
Marcelo Moretti y Néstor Ortigoza se reunieron y tomar la decisión de dejar la búsqueda y apostar por el máximo ganador en la historia del club que se encontraba al frente de la Reserva desde inicios del 2022, donde supo coincidieron con muchos jugadores que hoy son una fija en el plantel profesional como Agustín Giay, Iván Leguizamón, Gonzalo Luján, entre otros.
El ex-Sporting de Lisboa será encargado con la labor de nutrir de futbolistas jóvenes a los Gauchos de Boedo y no significará una gran apuesta económica para un club más que complicado en el plano financiero.
El primer encuentro de Romagnoli como entrenador será este próximo miércoles, cuando visite a Liverpool en el estadio Centenario de Montevideo por la tercera fecha de la Copa Libertadores; un duelo más que trascendental para mantener vivas las aspiraciones del Ciclón en el máximo certamen internacional.
Como jugador, el Pipi es indiscutidamente uno de los máximos ídolos en la historia de San Lorenzo al salir de las divisiones inferiores, jugar 399 partidos, ganar seis títulos (Clausura 2001, Copa Mercosur 2001, Copa Sudamericana 2002, Torneo Inicial 2013, Copa Libertadores 2014 y Supercopa Argentina 2015) y ser vital para que evitar el descenso en 2012. En lo que respecta a sus número al frente de la Reserva, el Pipi dirigió 92 encuentros donde ganó 39, empató 21 y perdió en 32 oportunidades con una efectividad del 50%.