Max Verstappen se quedó con el Gran Premio de Estados Unidos de la Fórmula 1: fue la 15° victoria en 18 competencias en la temporada, en la que ya se proclamó tricampeón. Sin embargo, detrás suyo, en el podio y en el resto del top 10, hubo modificaciones horas después de la premiación. La inspección técnica detectó que partes del piso en los autos de Lewis Hamilton (Mercedes) y de Charles Leclerc (Ferrari) no cumplían con las regulaciones. Y por dichas irregularidades quedaron descalificados. La regla infrigida es la referida al espesor de las tablas del piso.
El podio quedó con Verstappen, Lando Norris y Carlos Sainz. Y detrás surgieron Checo Pérez, George Russell, Pierre Gasly, Lance Stroll, Yuki Tsunoda, Alex Albon y Logan Sargeant (Williams), quien logró su primer punto en la Máxima. Al mismo tiempo, con la reconfiguración, Checo Pérez amplió a 39 puntos la ventaja respecto a Hamilton en el segundo puesto de la competencia de pilotos.
En la carrera en Austin, Verstappen largó sexto, pero como a lo largo del 2023 Red Bull encontró las respuestas en el vehículo y en las virtudes del piloto neerlandés. Lando Norris hizo una buena primera parte, con una magistral largada en la que superó a Charles Leclerc y se quedó adelante. Salvo en su primera parada, lideró las primeras 28 vueltas. En el primer ingreso a boxes le pusieron gomas duras, apostando a que le iban a durar más vueltas, pero sufrieron la degradación. A Verstappen, en cambio, le pusieron gomas blandas, empezó a acortar diferencias y quedó a menos de un segundo de Norris para aplicar el DRS. Allí, ubicó el auto por el lado interno al llegar al a curva once y lo pasó. En los metros siguientes, el hombre de McLaren intentó recuperar el mando, pero no pudo.
El ritmo de Verstappen, que también había ganado en el Sprint, fue impactante y ocho vueltas más tarde le sacó más de tres segundos a Norris. Aunque pese el rendimiento de su RB 19, protagonizó un inesperado cruce con sus ingenieros en la vuelta 34. En comunicación por radio, protestó: “Compañeros, los frenos son una mierda comparados con los de ayer. Son un pedazo de mierda”. Esos exabruptos se repitieron a falta de dos giros. No es la primera vez que el tricampeón mundial se exaspera con sus técnicos y lo hace notar.
Dicho diálogo parecía que iba a ser el detalle color de la carrera en Estados Unidos. Hasta que surgió la decalificación de Hamilton y Leclerc. Y Red Bull quedó cerca de asegurarse el 1-2 en la temporada con Verstappen-Checo Pérez.