Lo confirmó Diego Libkind Frati, uno de los investigadores del CONICET, en diálogo con La Vuelta del Perro. La planta se construirá en el marco de la investigación de un pigmento producido naturalmente por una levadura. Se podrá comercializar internacionalmente.
Un equipo del Conicet impulsa la construcción de la primera planta biotecnológica en Bariloche a partir de trabajar con un pigmento producido naturalmente por una levadura utilizado en la alimentación de las truchas y como suplemento dietario.
Uno de los investigadores es Diego Libkind Frati, quien además se desempeña como Director Concursado del Instituto Andino Patagónico de Tecnologías Biológicas y Geoambientales (IPATEC).
En diálogo con La Vuelta del Perro comentó de qué se trata el proyecto y para qué serviría esta levadura.
“Detectamos que en ciertos lugares de la Patagonia, una levadura en particular produce pigmentos con uno de los antioxidantes más potentes”, indicó.
Señaló que el proyecto se basa en un convenio entre el CONICET y el Grupo Harmony, a partir del cual usarán el pigmento de la levadura para agregarlo al alimento balanceado de los peces. “Esto le permitiría a los productores de truchas certificar en orgánico por el menor uso de compuestos químicos”, añadió.
Además esta planta biotecnológica que se construirá en Bariloche, les permitirá avanzar en la comercialización internacional de esta levadura a partir de encontrar la viabilidad del producto.
El proyecto está estipulado que se concluya en 18 meses. “Podremos validar lo que se hace en una escala más grande para evaluar si se continúa o no con cada proyecto”, explicó.
Mencionó otros proyectos biotecnológicos en los que trabajan.
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