Se trata del dragón azul (Glaucus atlanticus) que en los últimos días ha sido el culpable del cierre de algunas playas españolas, tanto en la costa mediterránea como en islas cercanas. Los primeros avistamientos de la temporada comenzaron en Mallorca, donde no se localizaba esta especie desde hace más de 300 años. En este caso, sucedió en aguas profundas.
"Estábamos con unos delfines que han empezado a seguir la barca y al mirar al agua lo he visto y he pegado un grito", declaró Gádor Muntaner, bióloga marina.
En las últimas horas, se han sumado casos en la playa de Santa Bárbara y Torreguadiro en Cádiz, Canet d’en Berenguer en la Comunidad Valenciana, Famara en Lanzarote y Guardarmar en Alicante. En algunos sitios tuvieron que cerrarla al público, pero lo más preocupante es que podrían estar presentes en más playas.
Aquí te explicamos todo lo que necesitas saber sobre este molusco sin concha, del orden de los nudibranquios, y por qué ha llegado masivamente a España.
¿Dónde vive el dragón azul?
La distribución del dragón es muy amplia por todo el mundo. Su presencia no se limita a una sola región y es tan común en Sudáfrica como en Australia. Algunos ejemplares encontrados en Oceanía en 2022 se estima que podrían haber procedido desde el golfo de Texas, a más de 14.000 kilómetros. Lo que sí busca principalmente es aguas templadas, por eso, es habitual que estén en zonas tropicales.
Los océanos Atlántico, Pacífico y el Índico son mucho más frecuentes que el mar Mediterráneo. Como se localizan en la superficie del agua, donde consiguen mantenerse a flote por una pequeña burbuja de gas en el estómago, son extraordinarios navegantes, capaces de recorrer miles de kilómetros en la dirección que sople el viento.
¿Por qué han llegado a España?
Precisamente su capacidad de nado y la búsqueda de aguas templadas son los motivos por los cuales están llegando a las playas españolas. Por su cercanía pueden provenir del océano Atlántico. Es posible que estas corrientes también son las que las hayan impulsado a la orilla, una zona que no forma parte de su hábitat natural y que, en muchos casos, puede provocarle la muerte.
Por eso, es frecuente que el avistamiento y el cierre de una playa se solucione en poco tiempo. En general, son vistos en pequeños grupos que se han perdido. Su ciclo reproductivo dura, al menos, dos semanas, pero muestra adaptaciones únicas. Tienen un sistema hermafrodita que les permite entrelazar sus penes de más de 60 milímetros durante el proceso de apareamiento y luego depositar de 10 a 30 huevos. También son capaces de adherir los huevos a las presas.
¿Cómo identificar un dragón azul?
El dragón azul siempre estará flotando sobre la superficie del mar, pero su aspecto más distintivo es el intenso color azul con un toque plateado que le da cierto brillo. Ojo: pueden estar boca arriba flotando y camuflarse en el agua. Miden de 3 a 4 centímetros, unas dimensiones tan pequeñas que se podría sostener en la falange de un dedo. Sin embargo, ¡que ni se te ocurra tocarlo!
¿Es venenoso el dragón azul de mar?
Sí, es venenoso. Al ser tan pequeños y expuestos a depredadores en la rica biodiversidad marina, han desarrollado un mecanismo de protección. Lo más extraordinario es cómo lo consiguen: alimentándose de medusas e hidrozoos. Entre sus preferidas están las carabelas portuguesas.
El veneno lo almacenan y lo utilizan en caso de sentirse atacados. Las células urticantes están situadas en los extremos de las ceratas, esas pequeñas “alas con plumas” que tienen en sus extremidades.
¿Qué pasa si te pica un dragón azul?
El veneno no es un peligro para los seres humanos, pero es necesario evitar el contacto. El dragón azul inyecta el veneno al entrar en contacto y puede causar reacciones cutáneas. La sensación es de una profunda quemazón, más dolorosa que la de una medusa o una carabela portuguesa. Puede causar náuseas y vómitos.