“Queremos que este asesino no viva más en la sociedad”

El padre de Catalina Gutiérrez, Marcelo Gutiérrez habló con Micrófono Abierto a ocho meses del brutal femicidio, quien tiene un dolor que sigue presente y la justicia, aunque esperada, no alcanza a mitigar el sufrimiento de una familia rota.
 
“En principio, uno va conociendo algunas cuestiones que son puramente técnicas en esto de la justicia y, en realidad, el resultado final a nosotros no nos afecta porque sigue siendo la condena a cadena perpetua, sea una carátula o la otra”, comenzó diciendo Gutiérrez, al explicar que la modificación técnica del caso no cambia el fondo del asunto.

 Aunque la cuestión de la calificación del crimen es importante para los abogados, lo único que realmente importa a la familia es que el asesino de su hija reciba una condena a cadena perpetua, que, a juicio de Marcelo, es lo que se merece.

La lucha no termina con la condena. A pesar de que el acusado ha confesado el crimen, Gutiérrez aseguró que no hubo nunca una solicitud de disculpas ni un intento de acercamiento por parte de Soto, el asesino de su hija. “Nunca solicitó nada. En ningún momento del primer día hasta hoy”, señaló Marcelo con la voz cargada de tristeza. Esta falta de arrepentimiento por parte del agresor reforzó aún más el dolor de la familia, que se enfrentó no sólo al asesinato de Catalina, sino también a la traición de alguien cercano.

El proceso judicial ha sido un calvario para Marcelo y su familia, que buscan lo único que pueden obtener: justicia. "Queremos que ya, no sé si declara o no declara porque mañana se termina, no hay otra posibilidad y el miércoles son los alegatos y se termina", afirmó al reflejar la desesperación de querer cerrar un ciclo de sufrimiento que parece no tener fin.

El dolor de perder a un hijo es inconmensurable, y Marcelo se refiere a este sentimiento de una manera desgarradora. “Imagínate lo que significa para nosotros esta tortura ya desde el primer día de saber que tu hija no la vas a tener nunca más. Para un papá y una mamá es lo peor que nos puede pasar”, expresó. La esperanza de que el proceso judicial termine con la condena definitiva.
 
Sobre el crimen en sí, Gutiérrez no encontró explicación alguna para lo sucedido. “No tiene ningún tipo de sentido porque la verdad que uno no le encuentra explicación al motivo, no existe la muerte de arranque, no existe la muerte para nadie, no se puede explicar, y menos esto”, dice con frustración, al añadir que Catalina era una persona muy querida por todos, un "ángel" que no merecía tan horrible destino.

El padre de Catalina también reflexionó sobre el sistema de justicia y la legislación que permite que alguien condenado a perpetua pueda solicitar la libertad condicional después de 35 años. "Este asesino, a los 35 años puede pedir libertad condicional y ser cumplido. No me parece que eso sea justo, porque si es perpetuo es perpetuo", comentó.
 
Gutiérrez señaló que, si bien no hay justificación para lo sucedido, el caso de su hija podría haberse repetido con cualquier otra compañera. “Le podría haber pasado a cualquiera de las compañeras de Catalina también", manifestó.

A pesar del sufrimiento, Marcelo mantuvo la esperanza de que la justicia se haga en su caso y en el de otras víctimas, luchando por una condena que se cumpla en su totalidad. "Lo único que queremos es que este asesino no viva más en la sociedad", sentenció con firmeza.


Informe16