En Villa Allende la lombriz californiana transformó el agua de residuo cloacal en más de un 80%

Un cordobés está generando un desarrollo enorme con todo lo vinculado a las lombrices en el marco de la sustentabilidad y el tratamiento de residuos cloacales con estas. Se trata de Daniel Blando, un vecino de Villa Allende, propietario de Punto Lombriz, quien dialogó con Gente Necesaria.

“Esto arrancó casi por casualidad porque quería tener un criadero y en ese momento no tenía plata ni tiempo. Investigando en internet me encontré que en Chile ya estaban implementando el sistema que había diseñado para el tratamiento de efluentes”, recordó. Fue así que presentó una propuesta en el Ministerio de Ciencia y Tecnología de la Nación, la cual fue aprobada para hacer investigación.

Su sistema consistía en alimentar a las lombrices con agua y estiércol. Al este último lo regaba y luego recuperaba esa agua para usarla nuevamente como el alimento de las lombrices.

Con el dinero que recibió de Nación, comenzó el proceso de investigación con la Universidad Católica y los resultados fueron sorprendentes. Gracias a estos filtros de lombrices para purificar el agua de desecho cloacal, registró entre un 80% y 90% de mejoras en relación a cómo ingresó el agua.

“El primer ensayo fue con una industria de mermeladas pero luego necesitaba 1000 núcleo de lombrices y solo tenía 30. Necesitaba alimento y armar el criadero”, dijo.

Por eso golpeó las puertas de un frigorífico de Villa Allende, quienes apenas conocieron el proyecto, le dieron un espacio, agua, máquinas y horas de trabajo para el tratamiento de 40 metros cúbicos de estiércol de vaca generados por semana. “Sin querer me encontré con que tenía un criadero de lombrices donde el primer impacto fue en el tratamiento de residuos del frigorífico”, indicó en Gente Necesaria. 

Gracias a esto la firma eliminó las moscas, los olores y transformó residuos en abono. 

Respecto al tratamiento de residuos en el hogar, recomendó en primer lugar comer lo justo y luego compostar los restos que son la mitad de los residuos que se generan diariamente. 

“Nos queda un abono en nuestra casa que es de excelente calidad para las plantas. Así reducimos la cantidad de viajes de los servicios de recolección de basura y la cantidad de residuos que van a un enterramiento urbano”, sostuvo.

Por último, recomendó realizar este compost en el suelo, en forma de cantero, ubicarlo en un lugar con sombra y no desparramar los residuos por todos lados sino comenzar por los extremos y avanzar a medida que se van llenando.