Hoy por la mañana, el juez Luis Schelgel decidió que la muerte de Silvina Luna no sea investigada como un homicidio.
La decisión alivia la situación de Aníbal Lotocki, que le practicó a Luna en 2011 la cirugía de glúteos que finalmente le costó la vida. Lotocki ya había sido condenado en 2022 por el Tribunal N°28 a cuatro años de cárcel por las lesiones graves que sufrió la modelo, entre otras pacientes suyas, como Pamela Sosa y Stefania Xipolitakis. Ahora, tras su muerte y autopsia, la Justicia volvió a analizar el expediente.
Schelgel dispuso que se desestime parcialmente la nueva denuncia en contra de Lotocki con una excepción a la falta de acción. Para el juez, el tema es materia de la causa por las lesiones graves, con un fallo que espera una confirmación en Casación. En ese expediente, por ejemplo, Lotocki fue inhabilitado a ejercer como médico. En su fallo, Schelgel invocó el principio jurídico de litispendencia, que alude a un juicio pendiente.
El médico, por su parte, se encuentra procesado por el homicidio simple de otro paciente, Cristian Zárate, que murió tras una operación en una clínica de Caballito en 2021.
El 31 de agosto pasado, Silvina Luna falleció en el Hospital Italiano a causa de una insuficiencia renal, tras meses de sufrimiento provocado. Tenía 43 años. Su cuerpo fue enviado a la Morgue Judicial para la autopsia correspondiente, antes de ser inhumado en el Cementerio de la Chacarita.
Allí, los especialistas del Departamento de Tanatología del Cuerpo Médico Forense explicaron que Silvina Luna tenía en la zona de sus glúteos “numerosas formaciones nodulares, entre irregulares hasta otras ahusadas y fusiformes, de coloración blanquecina y hasta algunas de ellas pétreas”.
Los médicos que realizaron la autopsia se refieren en este punto a los “granulomas” que la mayoría de las personas que denunciaron a Lotocki tienen en su cuerpo. Se trata de formaciones duras de distintas consistencias generadas por una reacción del organismo por un cuerpo extraño, en este caso el metacrilato inyectado.
A la vez, la modelo debía consumir varios medicamentos de forma habitual para paliar su padecimiento. Recibía un fuerte régimen de medicación con substancias metadona, pregabalina, deltisona, ketoconazol, tegeciclina, cexifitina, clonazepam, duloxetina y zolpidem. La migración de estos granulomas le provocaba un intenso dolor, al comprometer los granulomas sus nervios.