Seguirá detenida por matar a su hija con el incendio de su casa

A poco de cumplirse los cuatro meses de prisión domiciliaria que habían ordenado en un primer momento para Sonia Lara, el juez de Garantías de Villa Mercedes, Santiago Ortiz, extendió ese plazo hasta diciembre. Uno de los motivos es que la investigación en la que la mujer está imputada por matar a su hija Abril Fernández de 11 años, al causar el incendio de su casa, aún no terminó, y liberarla antes de tiempo podría entorpecer las averiguaciones, ya sea por la salud de la acusada o el peligro que existe de que se fugue.
 
El magistrado dispuso la extensión de la medida de coerción luego del pedido que hizo el fiscal adjunto Marcelo Saldaño. En una nueva audiencia por la causa, el letrado explicó que "persiste el peligro de fuga, lo cual debe ser valorado objetivamente en relación a la pena que corresponde a este delito y el peligro de entorpecimiento, no solo por el proceso, sino por la salud de la imputada".
 
De igual manera, Saldaño hizo hincapié en la necesidad de seguir con la contención y la tutela familiar que Lara ha tenido hasta ahora.
 
Mencionó los informes médicos que han elevado los profesionales que tratan a la mujer, pero subrayó que todavía "se debe determinar si al momento del hecho ella pudo conocer la criminalidad del acto y dirigir sus acciones".

También remarcó que, en sus diversas evaluaciones, los especialistas de salud mental han especificado la necesidad de que intervenga un centro de mayor complejidad.
 
Laura Rodríguez, la abogada del padre de Abril, se mostró de acuerdo con el planteo de la fiscalía y también enfatizó que "debe mantenerse la medida a los fines de que continúe con la contención familiar y profesional que requiere la imputada".
 
En ese último punto, el de contención y el de la intervención de un centro médico especializado, estuvieron de acuerdo los representantes de Lara, Leticia Latini y Tito Fernández, aunque remarcaron que no existe un peligro de fuga de parte de su defendida ni mucho menos de entorpecimiento de la investigación, por lo que solicitaron la morigeración de la prisión domiciliaria. Puesto que, según explicó Fernández, "seguir con esta medida sería anticipar una condena".
 
Finalmente, el juez resolvió extender la prisión domiciliaria de la mujer hasta el 4 de diciembre, cuando tendrá lugar la audiencia de control de acusación.
 
El magistrado tuvo en consideración, entre otros puntos, que existe una presunta peligrosidad de Lara para sí misma y para terceros, de acuerdo a los informes médicos mencionados por el fiscal. Sin embargo, aclaró que no advierte "algún tipo de insania" de parte de ella.
 
De todos modos, ordenó que gestionen la intervención de un centro de mayor complejidad "a los fines de contribuir a la evolución de la imputada".
 
Lara está acusada de "Homicidio doblemente calificado por el vínculo y por alevosía", un delito cuya única pena posible es la prisión perpetua. Los fiscales explicaron, en su momento, que existió alevosía porque ella actuó sobre seguro para matar a su hija, dado que se aprovechó de la patología que tenía Abril, quien poseía una discapacidad que le producía ciertas dificultades psíquicas y motoras. A esa indefensión se le suma el hecho de que la niña dormía cuando ocurrió el incendio y no tuvo manera ni tiempo de reaccionar y huir.
 
El siniestro ocurrió entre la noche del 12 de marzo y la madrugada del 13, en la casa 14 de la manzana 7191 del barrio La Ribera, donde Lara vivía con su hija.
 
La autopsia determinó que murió por una broncoaspiración producto de la reducción del aire y aspiración de los gases tóxicos que generó el fuego que inició su madre.

Fuente ED