Identificaron fósiles de un dinosaurio con el cuello más largo jamás descubierto
- 22/03/2023 07:48 hs
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El saurópodo habitaba en la actual China al final del Jurásico hace 160 millones de años. Su cuello se expandía con el aire y alcanzaba los 15 metros de longitud.
Los dinosaurios más grandes que caminaron sobre la Tierra pertenecen al grupo de los saurópodos, conocidos por sus cuellos largos, patas cortas y cola extensa en forma de látigo. Dentro de estos ejemplares herbívoros, el Mamenchisaurus sinocanadorum se caracterizó ahora debido a un nuevo estudio científico por poseer el cuello más largo registrado: 15 metros.
Este dinosaurio herbívoro que una vez pastaba en la vegetación de lo que hoy es el noroeste de China ostenta hoy el título del cuello más largo jamás conocido, según un nuevo análisis de sus huesos fosilizados publicada en Journal of Systematic Paleontology.
Mamenchisaurus sinocanadorum fue desenterrado de lechos de fósiles en el noroeste de China en 1987 y nombrado en 1993. Treinta y seis años más tarde, al revisar el fósil y comparar su tamaño y estructura con otros saurópodos de cuello largo, un equipo de investigadores estimó que su cuello se extendía una distancia de 15,1 metros, una “hazaña excepcional” de extrañas proporciones que fue posible gracias al aire que ingresaba y expandía su vértebras en forma de panal.
“En el momento de su descubrimiento, M. sinocanadorum fue aclamado como el saurópodo más grande de Asia, y conserva la distinción de tener uno de los cuellos más largos conocidos para cualquier especie de saurópodo”, escriben en su artículo el paleontólogo de la Universidad de Stony Brook, Andrew Moore, y sus colegas. A pesar de esta característica récord, Mamenchisaurus sinocanadorum está lejos de ser el dinosaurio más grande jamás descubierto debido a su cola y cuerpo relativamente pequeños. Los científicos están tratando de entender por qué este dinosaurio pudo haber tenido un cuello tan excepcionalmente largo.
La alimentación es el propósito más obvio de tal proporción, proporcionando un alcance adicional para reducir la necesidad de cargar un cuerpo gigante o quizás mordisquear material difícil de alcanzar. Sin embargo, el acceso a la nutrición no es la única necesidad primordial que impulsa la evolución. Al igual que las jirafas del Jurásico, los cuellos largos podrían haberse beneficiado de múltiples formas.
El profesor Paul Barrett, experto en dinosaurios del Natural History Museum del Reino Unido y autor del estudio, dijo en un comunicado: “Parece que estos cuellos probablemente tenían que ver con una alimentación mejorada como en otros saurópodos, pero podría haber tenido más de un papel”.
“También podría haber tenido relación con la exhibición sexual o utilizado para concursos de golpes en el cuello entre machos que pelean por parejas y territorio, similar a cómo se comportan las jirafas hoy en día. Pero no podemos decirlo con certeza. En este punto, es pura especulación como por qué desarrollaron cuellos de esta longitud”, agregó el científico sobre su estudio.
Hasta ahora, solo se ha encontrado un fósil de M. sinocanadorum: un esqueleto incompleto que consta de tres vértebras del cuello, una costilla y algunos huesos del cráneo. Eso es todo. Para determinar cuánto se estiraba su cuello, los investigadores compararon los huesos de M. sinocanadorum con fósiles más completos de otros saurópodos con cuellos intactos.
Pero cómo los saurópodos, y especialmente este ejemplar, lograron equilibrar sus cuellos excepcionalmente largos sigue desconcertando a los científicos. Una cola similarmente larga podría haber evitado que los saurópodos se cayeran, pero ¿cómo podría una bestia como M. sinocanadorum levantar la cabeza sin colapsar bajo el peso de su cuello? ¿Qué pasa con su círculo de giro, en caso de que algo se le acerque por detrás?
“Se necesitarían muchos músculos para sostener un cuello de ese tamaño, y luego está la cuestión de cómo lleva el aire a los pulmones y vuelve a subir No tenemos idea de cómo habría funcionado mecánicamente ese animal”, precisó Barrett, que usando tomografías computarizadas, pudo mirar dentro de los huesos del cuello fosilizados para ayudar a teorizar las formas en que M. sinocanadorum logró aspirar suficiente aire y así hacer crecer su cuello.
Como todos los dinosaurios saurópodos y sus parientes vivos, las aves, M. sinocanadorum tenía numerosos sacos de aire en forma de globo a lo largo de su tráquea, hasta los pulmones y el pecho. Estos sacos de aire incluso formaron huecos dentro de sus huesos, creando una red de bolsas de aire más grandes que los propios pulmones.
Según las imágenes, los investigadores estiman que estos sacos de aire constituyen del 69 al 77% o de los huesos del cuello del animal, siendo “una construcción tan liviana habría sido fundamental para aligerar los gigantescos cuellos de los saurópodos más grandes”, explica Moore en The Guardian. Sin embargo, sin refuerzos óseos adicionales, sus esqueletos livianos habrían sido un fracaso y más propensos a las lesiones, no tan buenos para golpear con la cabeza a sus rivales. Resulta que M. sinocanadorum también tenía costillas en el cuello, extensiones de las vértebras que endurecían y estabilizaban su cuello.
A pesar de todo el alboroto acerca de que M. sinocanadorum es el dinosaurio de cuello más largo descubierto hasta la fecha, lo más probable es que viviera junto a otros saurópodos más grandes y largos que aún no hemos conocido.
“Todos los saurópodos eran grandes, pero los cuellos asombrosamente largos no evolucionaron solo una vez. Con un cuello de 15 metros de largo, parece que Mamenchisaurus sinocanadorum podría tener un récord, al menos hasta que se descubra algo más largo”, concluyó Moore.