La muerte del 'streamer' José Toledo con solo 32 años ha teñido de luto a los creadores de contenido españoles. 'Tole' nunca perdió la vitalidad, y durante el último año en el que estuvo en tratamiento por el cáncer gástrico que padeció siempre llevó el optimismo por bandera.
El caso de este joven no es, por desgracia, único. El cáncer de estómago es uno de los más silenciosos, dado que sus síntomas no pasan de meras molestias al principio. Según datos de la Sociedad Americana contra el Cáncer, solo uno de cada cinco en Estados Unidos se diagnostican en una etapa inicial, por lo que el tratamiento muchas veces llega cuando ya se ha propagado a otros órganos.
Los síntomas más comunes pueden ser confundidos con otras dolencias o, incluso, no tener nada de peligroso para la salud. Pasan por tener poco apetito, sufrir dolor abdominal o malestar en la zona (normalmente debajo de la zona del ombligo), si bien hay otros que son más preocupantes.
Muchos de los afectados sufren una pérdida de peso involuntaria, amén de sufrir digestiones muy pesadas incluso con comidas ligeras. Suele ser habitual tener una sensación de saciedad, especialmente en la parte superior del abdomen, pero también acidez y náuseas.
En una tercera fase suele ser habitual que aumenten los vómitos, algunos de ellos con sangre, cuya presencia en las heces suele venir además acompañada por una anemia (recuento bajo de glóbulos rojos) en los análisis clínicos. Muchos de estos síntomas pueden ser confundidos con una infección vírica, una gastroenteritis o una úlcera, por lo que es fundamental acudir al médico si se mantienen en el tiempo o empeoran.
Las recomendaciones básicas para prevenir este cáncer son las habituales: mantener una vida sana, evitar comidas ultraprocesadas y tener una dieta equilibrada. Si en otro tipo de dolencias estos consejos básicos son importantes, en los gástricos lo son mucho más.
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