El domingo se celebra el Día de la madre y, sin dudas, no será un día fácil para Mónica Cahen D’Anvers. Será la primera fecha festiva importante que la periodista que deberá celebrar sin su marido, César Mascetti, recientemente fallecido a causa de un cáncer de hígado. Sin embargo, la conductora ha tenido una especial idea para no solo homenajear a todas las madres sino para que el recuerdo del periodista siga presente: regalar rosas de su campiña, esas que plantó con tanto amor y dedicación junto a su compañero de vida de más de cuarenta años.
La iniciativa fue anunciada hace unas horas por la propia conductora en la cuenta de Instagram de La Campiña de San Pedro. Acompañada por su hija Sandra Mihanovich, que no se despega de ella en estas horas de duelo, Cahen D’Anvers contó su idea a través de un video muy emotivo. “El domingo que viene es el Día de la madre, madre, madre, madre”, dijo Sandra Mihanovich señalando de manera muy graciosa a su mamá, que fiel a su estilo acotó: “Esa, que hay una sola”. “Que hay una sola por suerte, diríamos”, coincidió la cantante mientras la legendaria cara de Telenoche agregó: “Por suerte, si fuésemos dos sería un espanto”.
Luego de este ida y vuelta tan divertido, la intérprete de hits como “Soy lo que soy” por fin contó de qué iba esta iniciativa: “En la Campiña tenemos muchas rosas, rosas que plantaron César y mamá. Entonces se les ocurrió una buena idea”, expresó dándole el pie a su madre. “La idea es que usted, vos, -seamos más íntimos-, que vos le puedas regalar a tu mamá, a tu vieja, una rosa de la campiña”, dijo Mónica con una sonrisa.
Sin embargo, lo que parecía simple hasta el momento tomó un color mucho más emotivo y nostálgico cuando la conductora reveló cómo se pueden obtener las flores para sus madres. “Pero en vez de que yo la corte y la ponga en un florerito, yo te presto una tijera y vos cortás la que a vos te gusta: la anaranjada, la blanca, la roja, la rosa, ¿te parece bien?”, preguntó la periodista con la sonrisa que la caracteriza. “Domingo, Día de la madre en la campiña de San Pedro de Mónica y César”, citó Mihanovich mientras su madre concluía la invitación con un cálido “Los esperamos”.
No es novedad que ese lugar a orillas del Paraná, ese refugio que la pareja construyó con tanto amor y dedicación sea frecuentado por múltiples turistas, fanáticos o lugareños que van en busca de sus clásicas naranjas, de un rico almuerzo o merienda o simplemente de un ratito de paz. De hecho, hasta hace poco era muy común verlos a ellos entre los visitantes charlando, haciendo de guías de un tour por el predio o mostrando su criadero de palomas, esas con las que competía en carreras todos los domingos y que tenían el poder de “hacer volar”, según pensaba el conductor.
“La Campiña de Mónica y César” -como la conocíamos todos- comenzó en los años 80 y fue el lugar elegido por ellos para “hacer vida de campo” luego de su retiro de los medios. El gigante predio ubicado a once kilómetros de su casa de campo “El independiente” hoy cuenta con plantación de naranjos, rosales, azares, una gran huerta y restaurante, entre otras cosas.
“La verdad, nunca nos arrepentimos del cambio. Cuando estábamos pensando en irnos de la tele, un brillante psicoanalista con el que hacíamos terapia nos tiró una frase que terminó por definir nuestra decisión: ‘No sé ustedes, pero yo quiero que a mí la muerte me encuentre vivo’, dijo. Y ahí se nos bajó el telón. ¿Qué sentido tenía seguir trabajando con semejante carga horaria si eso no nos permitía estar más conectados con la vida? Nosotros también queremos estar vivos cuando nos llegue la hora. Somos viejos vitales y transitamos esta etapa de nuestras vidas con la plena certeza de que estamos aprovechando cada instante que tenemos”, había revelado Mascetti en una entrevista con la revista ¡Hola! años atrás.
La Nación
Foto: Instagram @solmihanovich