Sanar es hacerse cargo y saber que podemos elegir.
Sanar no es sinónimo de curar.
Sanar es mirarnos, registrarnos, cuestionarnos, incomodarnos, integrarnos, respetarnos, rendirnos y amarnos incondicionalmente entre otras cosas.
A simple vista parece sencillo, para mí ha sido y es la tarea más difícil.
A veces es más fácil quedarnos como estamos, que dejarnos sorprender por la novedad de hacer las cosas de manera diferente.
Siempre que necesito volver a conectar conmigo, recuerdo que somos un Todo, que somos íntegros, somos mente, cuerpo y espíritu o alma como quieras llamarlo.
Puedo tener un millón de explicaciones para todo lo que pasa, pero la verdad de la milanesa está justamente atrás de todo eso que no me atrevo a ver, sentir o decir, a veces simplemente no puedo, es por eso que el alma siempre se comunica de distintas maneras.
A veces habla a través de dolores, nuestro cuerpo no tiene intención, es simplemente una solución pasajera, hasta que tomemos cartas en el asunto.
Entonces puedo comprender que no me duele el cuello porque dormí mal, sino por no ser coherente con lo que siento y pienso.
La espalda se resiente por el peso de llevar cargas insostenibles.
Las rodillas me crujen por mi falta de flexibilidad o estar doblegándome a situaciones con las que no resueno, me hablan de momentos de sumisión poniéndome a disposición de otro olvidando por completo mi sentir.
La panza me acusa recibo de algo que no digiero, habla de la propia libertad, del control, del poder, me habla de los sentimientos.
La garganta me apretuja cuando no logro comunicar, verbalizar o expresar lo que siento y también resiente con lo que no digo.
Convencida de que somos la integración del TODO, que debemos hacer un párate de vez en cuando y hacer un cacheo para ver cómo estamos, nuestro cuerpo físico es nuestro vehículo, es un mensajero asertivo, escúchalo amorosamente, con una mente abierta, predispuesta y sin juicios y agradece la perfección y la sabiduría de tu biología, cada día, todos los días.
No soy lo que me paso, sino lo que elegí hacer con eso, no hay recetas, ni fórmulas mágicas, es comenzar a ver, es elegir sanar para que deje de doler.
¿Cómo te sentís hoy?
Por Marina Motta
Instagram: https://www.instagram.com/marimotta10/
Facebook: https://www.facebook.com/marina.motta.90