Este miércoles al mediodía el presidente Alberto Fernández participó en la Asamblea Anual de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), que se lleva a cabo en el Salón Fresno del complejo Parque Norte. En el marco del encuentro, afirmó que el Gobierno se impuso “el deber de que los salarios recompongan lo perdido en los cuatro años anteriores” y subrayó: “No es una tarea fácil de hacer, pero estamos decididos, queremos que los salarios estén por encima de la inflación”.
Asimismo, y en medio de las críticas lanzadas por el kirchnerismo al ministro de Economía, Martín Guzmán, con quien muestran disconformidad tras el acuerdo alcanzado para el pago de la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI), dijo: “Tenemos un programa económico donde la producción es uno de los temas que nos preocupa, eso gracias a Dios está funcionando bien porque la economía sigue creciendo, la producción sigue aumentando y la capacidad instalada cada vez se usa más”.
Ante los cuestionamientos de aquellos funcionarios como Andrés Larroque o Juliana Di Tullio, fieles a la vicepresidenta Cristina Kirchner, en cuanto a que la reactivación no llega a los estratos medios y bajos, y a que falta redistribuir, Fernández aseveró que lo que “más le preocupa al Gobierno” es cómo “distribuir la renta de la economía”.
Sin embargo, y a pesar de admitir que hay “un problema con los precios en la Argentina” y de pedir la colaboración de los empresarios que estaban en el acto para contener la escalada de los valores en las góndolas, el Presidente marcó en todo su discurso una férrea defensa al rumbo económico.
“Los resultados están a la vista”, aseveró Fernández como un espaldarazo a Guzmán y desglosó: “El crecimiento es muy grande, la recuperación del empleo es real, el consumo crece. Tenemos que combatir el tercer eslabón que es la inflación y que trabajar seriamente todos para que no se vuelva ganancia de unos pocos y pérdida de muchos”.
Alberto Fernández y Martín Guzmán. Fabián Marelli
Esa mirada positiva sobre la economía es la que irrita a La Cámpora y a las otras terminales kirchneristas del Gobierno. “No caminan por el mismo lugar que camino yo, evidentemente. Porque si no, se darían cuenta de que el pueblo sigue sufriendo y de que hay un sector al que no le llegó el crecimiento y la bienaventuranza”, expresó ayer, por ejemplo, la senadora Di Tullio, que arremetió contra Guzmán y deslizó que debería dejar la cartera.
Esta mañana, cuando la portavoz de la Casa Rosada, Gabriela Cerruti, brindó su conferencia habitual, no respondió sobre esa presión para que el ministro se vaya. Limitándose a decir que a los comentarios del kirchnerismo los tratan simplemente como “opiniones”, evitó precisar específicamente si Guzmán estaba ratificado como titular de Economía. Fernández, por su parte, tampoco mencionó su nombre hoy, pero tanto él como la vocera hicieron foco completo en los números que acompañan la gestión del funcionario.
Llamado al diálogo
Antes de cerrar su intervención -y en medio de una interna con su vice que no concluye-, el mandatario proclamó un nuevo llamado al diálogo, pero destacó en ese sentido el marco del Consejo Económico y Social, una iniciativa ideada por uno de sus funcionarios más estrechos y de poca sintonía con el kirchnerismo: el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz.
“Estamos en un tiempo después de tanto dolor, malestar, de pasarla mal al ver cerrar empresas. ¿Por qué no probamos con dialogar, le damos oportunidad al diálogo y al encuentro?”, se preguntó.
Además de pedirle al Congreso que trate las leyes que emergieron del Consejo Económico y Social, Fernández insistió: “Desde el primer día estoy convencido de que si de una vez por todas en la Argentina nos sentamos dialogar, todo va a ser mas fácil. Nadie me ha convencido de lo contrario”. Y para concluir, pidió: “Ayúdenme a terminar de poner de pie a la Argentina de una vez y para siempre”.
La Nación
Foto: YouTube/CasaRosada