Investigan si un profesor cometió grooming con mensajes inapropiados que le mandó a una alumna

Grooming, una palabra, un delito relativamente nuevo, que gana terreno o queda al descubierto en estos tiempos en los que está la vida real y la otra, la virtual, aquella que las personas mantienen a través de sus redes sociales y también de aplicaciones de mensajería, como WhatsApp o Telegram.

A mediados de junio una mujer denunció que su sobrina, de 13 años, recibió mensajes inapropiados de parte de uno de sus profesores de la escuela del sureste de Villa Mercedes, a la que asiste. A diferencia de lo que pueden pensar muchos sobre el contenido de esos mensajes, no eran de connotación sexual.

Pero sí, según la denuncia, marcaban que el docente se había pasado de la raya con su alumna, al comunicarse con ella por otras vías que permiten el wifi o los datos móviles, para hablarle sobre temas que nada tienen que ver con su rol de docente.

El hombre no tuvo ningún contacto fuera del establecimiento escolar con la estudiante, afirmó una fuente. Las comunicaciones que habría mantenido con la chica fueron para darle algunos consejos “en relación a su familia”, refirió ese informante. Sostuvo que la denuncia es muy vaga y si la mujer tomó esas “sugerencias”, que supuestamente le hizo el docente a la menor de edad, “como ofensivas” e inapropiadas se dirimirá cuando la jovencita declare en los tribunales.

La causa recae en la Fiscalía en lo Penal con intervención en Contexto de Género, Diversidad Sexual, Infancias y Adultos Mayores, a cargo de Nayla Cabrera Muñoz. Hasta el momento por ese caso, en la Justicia, hay “una denuncia, su ratificación, algunas entrevistas, pesquisa telefónica, un informe de parte del personal de Delitos Complejos que hicieron sobre pericias informáticas y dos audiencias fijadas, que todavía no pudieron llevarse a cabo”, detalló otra fuente sobre el estadio de la causa, que “sigue su curso normal”.

En septiembre había trascendido que, ante un pedido de dicha Fiscalía, fijaron una fecha para la realización de una Cámara Gesell. Pero la audiencia, en la que una psicóloga y un psiquiatra debían entrevista a la menor de edad, no pudieron realizarla. Fue porque ni el profesor ni su representante legal asistieron.

Su abogado se presentó después. Ahora están a la espera de que la Justicia fije una segunda fecha para la audiencia de Cámara Gesell. Eso, en tanto, a los movimientos en los tribunales. Pero antes de que la tía de la chica lo denunciara formalmente el docente sindicado había renunciado de la escuela donde iba esa estudiante en particular.

Dos factores lo llevaron a tomar esa decisión, comentó a grandes rasgos el otro informante. Antes de que la mujer lo denunciara, en el establecimiento pasó de rumor a afirmación que el profesor se había comunicado y hablado sobre un tema que no correspondía con una alumna, a través de las redes sociales o aplicaciones de mensajería.

Por eso un día el director de la escuela, lo llamó, le dijo algo así como “mirá, acá nos han dicho que has mantenido contacto con una estudiante por vías que no están permitidas” y por eso tenía que firmar un acta. Lo sancionaron. El hombre recibió la advertencia y, de inmediato, decidió renunciar.

Uno de los motivos por los que se fue de ese centro educativo recayó, por un lado, en que no estaba de acuerdo con la sanción y, por otro lado, porque la escuela estaba muy distanciada de su domicilio. Ahí solo daba una hora de clase por semana y, por lo tanto, no le convenía seguir con ese trabajo, menos con ese rumor en su contra dando vueltas y comiéndole la espalda.

Según pudo saber este medio, la denuncia dejaría entrever que la persona que respondía los mensajes que mandaba el docente, al parecer, eran respondidos por la tía y no por la chica.

El grooming solo se da cuando un adulto mantiene un contacto inapropiado con un menor de edad a través de las redes sociales, internet o apps de mensajería. Si resultara que fue la denunciante y no su sobrina la que respondía los mensajes podría no configurarse el grooming, ni ningún otro delito. Por eso escuchar la versión de la estudiante será crucial.

EL CHORRILLERO