Mercedes Morán recordó cómo surgió la icónica frase que se transformó en mantra: “Sótano nunca, siempre terraza”
- 07/10/2025 10:04 hs
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La actriz evocó el texto de su personaje en El hombre de tu vida, que traspasó la pantalla y se volvió símbolo de la resistencia optimista.
El eco de una voz resuena con claridad inesperada, traspasando la barrera del tiempo y la ficción. Hace más de una década, en la pantalla de Telefe brillaba El hombre de tu vida, y Gloria Pinotti, personaje encarnado con pasión por Mercedes Morán, regaló una frase que hoy vibra en los labios de generaciones enteras: “Sótano nunca, siempre terraza, terraza, terraza. Cuando la vida me quiere llevar al sótano, yo subo a la terraza”.
¿Por qué unas palabras pronunciadas en 2011, en el marco de una serie dirigida por Juan José Campanella, logran ahora una vigencia y una potencia capaces de sacudir las redes sociales y el espíritu colectivo de los más jóvenes?
La vigilia de la memoria encuentra respuestas en los detalles. La escena, un diálogo chispeante entre Morán y su interlocutora, nada más y nada menos que Graciela Borges, exhibía una consigna vital: “En los peores momentos de la vida es cuando una tiene que invertir en sí misma. Mírame a mí, mirá mi pelo, divino, carísimo. Mirá mis manos, mirá mi piel, espectacular, una fortuna. De lo feo, yo me olvido. Me lo olvido, me lo olvido, me lo olvido”. Pocos imaginaban en ese entonces que ese fragmento —una suerte de mantra vitalista, vestido de humor— tendría sobrevida mucho más allá del set y la emisión original.
La ficción, una de las apuestas fuertes de Campanella en televisión, convocó a un reparto inolvidable: Guillermo Francella, Luis Brandoni, Malena Pichot y una Mercedes Morán dueña de una sensibilidad feroz para dotar de vida y humanidad, incluso a los personajes más extravagantes. Pero el verdadero fenómeno llegó mucho después y por un camino inusual: la viralización imparable en TikTok y otras plataformas. En un giro sutil y maravilloso, miles de jóvenes redescubren y recrean hasta hoy ese monólogo, apropiándolo, resignificándolo y sumando su propio entusiasmo a una antología digital sin fronteras, ya que se multiplica más allá de los límites del país.
¿Qué es lo que convierte a esa frase en bandera, en emblema aparentemente universal? Quizá la respuesta radica en una mezcla de resplandor y vulnerabilidad. En las últimas horas, Mercedes Morán fue invitada al ciclo Otro día perdido por El Trece, donde volvió a posar la mirada sobre este pequeño gran fenómeno. Sentada frente a las cámaras, la actriz recibió la consulta de la panelista Laila Roth: “¿Compartís el pensamiento del personaje o no?”.
Su respuesta, precisa y honesta, destiló humanidad: “Hasta un punto, hasta un punto. Nunca imaginé que después de hacer esa escena, esa frase se iba a convertir en esto que se convirtió, ¿no? Es muy divertido, pero bueno, me gusta”. El conductor, Mario Pergolini, fue más allá: ¿el texto era literalmente así? Morán no titubeó: “Exactamente. El texto está escrito por Campanella. Y bueno, el personaje era esto”. Añadió, sin perder el pulso de la ironía: “Está bueno, sobre todo porque la gente que toma eso como bandera lo lee así como ‘no nos dejemos venir abajo, siempre para adelante, para arriba’. Yo a ese personaje le hubiera dicho: ‘bajá un poquito, no pasa nada, bajá un poquito, no pasa nada’. Pero bueno, era así, divertido”.
Entre lo dicho y lo vivido, entre la creación artística y la apropiación popular, la frase se convierte en símbolo: de resiliencia, de resistencia, pero también de cierta luz desmesurada que a veces conviene atenuar. La frase de Gloria Pinotti ya no pertenece solo a la ficción. Hoy se pasea indomable por el mundo digital, donde cada uno de los usuarios, en los días grises, busca recordarse que nunca es sótano… siempre terraza, y lo busca y lo comparte.