El abogado del "Pato Juan" confirmó que fue adoptado por otro Municipio de Mendoza tras la polémica

El caso del pato Juan, la mascota de una florería en pleno centro de Mendoza que se convirtió en un fenómeno viral, llegó a su fin. Después de una denuncia anónima que llevó a la municipalidad a trasladarlo, el animal se encuentra ahora en un corral en la localidad de Maipú. El acuerdo se cerró sin la participación de su abogado, el especialista en Derecho Animal Oscar Alfredo Mellado, quien se refirió a la situación como un "arreglo" y aseguró que no le gustó el desenlace.

El pato, que vivía en un puesto de flores de la calle San Martín y Garibaldi, en el corazón de la capital mendocina, fue retirado por la municipalidad tras una denuncia que alegaba que "molestaba" o "agredía a un perro". La noticia desató una ola de apoyo en redes sociales y una campaña de recolección de firmas que superó las 8.000, pidiendo el regreso de Juan a su hogar.

Una "familia interespecie" y el debate sobre los derechos animales
 
En diálogo con el Panorama Central del Mediodía de Radio Río Cuarto, el doctor Mellado, quien asumió la defensa del animal, explicó el fundamento de su planteo: la existencia de una "familia interespecie", donde el pato, al haber crecido en ese entorno desde que era un polluelo, no conoció otro hábitat. "Es un pato que es parte de la familia para usted, teniendo ese punto legal", le preguntó el periodista Gabriel Martella.

El letrado, sin dudar, respondió: "Es que es así, porque él había llegado de días ahí y creció y no conoció otra cosa y empatizó con todo el mundo en ese lugar, ese era su ambiente".

Además de la noción de "familia interespecie", Mellado subrayó la importancia de considerar a los animales como "seres sintientes" y "sujetos de derecho y personas no humanas", en contraposición a la visión del Código Civil, al que calificó de "anacrónico". El abogado enfatizó que hay evidencia científica que respalda esta postura.

El polémico final del caso
A pesar de la estrategia legal de Mellado, la historia dio un giro inesperado. Según el abogado, se llegó a un acuerdo directo entre la dueña de la florería, Silvina López, y el municipio, sin que él fuera notificado. El letrado sugirió que el "estado de precariedad económica" de la dueña y su dependencia de la municipalidad, que le concede el puesto de flores, podrían haber influido en la decisión.

"Fue una situación de golpe abrupta, en donde la señora se vio avasallada, porque nunca había visto, obviamente, tantos medios de comunicación de todo el país, e incluso de afuera, que la abordaban", relató Mellado.

El resultado del acuerdo fue que el pato Juan fue trasladado a Maipú, a unos diez kilómetros de la ciudad, donde la municipalidad se comprometió a construirle un corral más grande con una pileta y a encargarse de su cuidado.

Curiosamente, en su nuevo hogar lo acompañan "algunos perritos que eran amigos de él, ahí en la florería", para que no extrañe su antiguo entorno.

A pesar del desenlace, la gente sigue preguntándose qué pasó con el pato, sobre todo los ocho mil firmantes que pidieron su regreso. La respuesta es clara: el pato Juan se queda en Maipú. El doctor Mellado concluyó que, si bien la decisión no fue de su agrado, la dueña es quien maneja la situación y, al acordar con la municipalidad, "ahí va a quedar".


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