La EPA N°2 ‘Puertas del Sol’, una institución que ofrece la secundaria para jóvenes y adultos
- 21/05/2025 10:42 hs
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Son madres, padres, abuelos, trabajadores y también estudiantes que continúan aprendiendo, a pesar de los obstáculos. Superan prejuicios, luchan contra el cansancio y hacen espacio en sus días para estudiar, reconociendo el aula como un lugar de dignidad, esperanza y futuro. Con su esfuerzo y dedicación, abren nuevas puertas y crean sus propias oportunidades.
La Escuela Pública Autogestionada N°2 ‘Puertas del Sol’ está ubicada en la zona este en la ciudad de San Luis, cuenta con nivel Inicial, Primario y Secundario y entre sus aulas también dictan el secundario para adultos. Esta última modalidad contempla a personas que trabajan gran parte del día, cuidan a sus hijos o nietos y que han sorteado diferentes obstáculos económicos y personales para asistir a clases por la tarde-noche.
Karina Videla, quien se dedica a la repostería, trabaja durante toda la jornada y también colabora en el cuidado de sus nietos. A pesar del cansancio, al finalizar un largo día se prepara y asiste a la escuela con una firme convicción porque, para ella, el secundario siempre fue una materia pendiente. Lo había dejado por razones familiares, tras el nacimiento de su primera hija, lo que le dificultó continuar. Sin embargo, siempre sostuvo que algún día lo terminaría. “Nunca es tarde para aprender, a pesar de lo que digan. Siempre hay que estar dispuesto a saber y formarse en cosas nuevas”, aseguró.
La EPA ‘Puertas del Sol’ recibe a personas de distintas edades, unidas por el mismo propósito de retomar y finalizar aquello que alguna vez quedó pendiente. El video institucional, disponible en YouTube y realizado en el marco del ‘Día del Trabajador’, refleja el pulso de esta comunidad comprometida con el aprendizaje. El material muestra pasillos llenos de vida, mates compartidos, escucha atenta y vínculos que se fortalecen día a día entre docentes y estudiantes.
“Mami, tratá de conquistar tus sueños”, le dijeron sus hijos a Diana Planes, alumna de la institución que encontró en ese impulso familiar la fuerza para volver a estudiar. Por su parte, Mario Arias arranca su día a las 5:00 cuando se prepara para ir a trabajar a una fábrica. Al principio le costó, pero con el tiempo le gustó y se sintió más motivado a completar sus estudios. Para él, terminar la secundaria es un logro personal y también un mensaje para su hija, quien lo ve como un ejemplo de esfuerzo y superación.
Florencia Saca Quispe, Edgar Sosa, Florencia Miranda y Marta Gatica son solo algunos de los estudiantes que también se animaron a compartir sus vivencias. Cada historia, con su propia voz, enriquece este entramado colectivo en el que la escuela se revaloriza como un espacio de segundas oportunidades. “El saber no ocupa lugar, te vuelve más independiente y más seguro ante la vida. Siempre se puede, sin importar la edad”, concluyó Karina, con la certeza que da transitar este camino.