Barras de Estudiantes agredieron al árbitro, a un jugador rival y arrojaron piedras: el clásico fue suspendido y define el Tribunal de Disciplina

Sportivo Estudiantes y Juventud Unida Universitario se veían las caras en la edición 30 del clásico puntano de manera oficial en AFA. Era por la fecha 8 del Federal A. Una tarde cálida, un marco de público interesante y un colorido y fiesta que invitó a los amantes del fútbol a compartir el duelo entre los máximos exponentes de la provincia.

Durante los primeros 20 minutos, los equipos se estudiaron. Solamente hubo un remate de Santiago Lebus en Estudiantes y una jugada gestada por izquierda en Juventud que tras un centro no pudo alcanzar a desviar Lautaro Lucero.

El partido comenzó a quebrarse a partir de los 23 minutos. Francisco Bustamante marcó un golazo de afuera del área para los dirigidos por Darío Ortíz. Sin embargo, el árbitro representante de la Liga Villamercedina, José Díaz anuló la acción por una infracción previa y se defendió aduciendo que el pitazo fue antes del remate.

Esto despertó el primer gran enojo de los hinchas locales y el cuerpo técnico Albiverde. Uno de los colaboradores del “Indio” fue expulsado.

Un minuto más tarde, se hizo justicia. Emanuel Díaz convirtió la falta en un tiro libre ejecutado a la perfección. La pelota se colgó en el ángulo del parante derecho de Julián Lucero que nada pudo hacer.

Estudiantes tenía el control del juego y dominio territorial, atravesaba el mejor momento del partido. Pero poco a poco, y en los pies de Tomas Garro y por la banda izquierda, la visita empezó a tomar protagonismo.

A los 43 minutos, Francisco Bustamante cayó en el área de Juventud. El Coliseo se unió en un solo grito: “¡PENAL!”.

Pese al grito desaforado, Díaz interpretó que el jugador había simulado la infracción y recibió la segunda tarjeta amarilla. Roja al futbolista más desequilibrante y el que manejaba los ataques desde la zona neurálgica para Estudiantes.

En el complemento, Juventud salió con enjundia y decidido a igualar las acciones.

Tomó el protagonismo y por la izquierda, Lautaro Figueroa marcó la diferencia, estuvo imparable. A los 17 minutos, llegó el empate.

Centro pasado de Tomás Pérez desde la izquierda para la aparición de Eber Garro que anotó el 1 a 1.

Desde la igualdad, el Auriazul fue por más. Se posicionó mejor en la cancha y encontró los espacios vacíos. Lautaro Pérez avisó.

Luego, otra mala para el local. El central Abel Masuero se lesionó y no tenían más modificaciones. Terminó en una pierna parado en ofensiva sin incidir en el juego.

Prácticamente, el Albiverde tenía 9 jugadores en cancha. Los dirigidos por Hernán Vázquez eran más punzantes en los ataques.

Garro tuvo el 2 a 1, pero el palo derecho de Marcos Abrahin le negó el grito sagrado.

A los 38 minutos, y cuando las protestas recaían sobre Díaz, este expulsó de roja directa a Joaquín Bustamante a la altura del mediocampo.

Fue la gota que rebalsó el vaso en la parcialidad Albiverde. Unos barras inadaptados ingresaron al campo de juego, golpearon al árbitro, a un jugador de Juventud y otros lanzaron hacia el verde césped piedras.

Tras dialogar con la Policía, los capitanes de ambos equipos y dirigentes, el árbitro tomó la decisión de suspender el partido ante la falta de garantías para continuarlo.

Se espera una dura sanción del Tribunal de Disciplina del Consejo Federal de AFA para Estudiantes que pueden ir de perder los puntos y el partido con Juventud, la suspensión de la cancha y multa económica.

Lo que comenzó como una fiesta, terminó en balazos de goma para disuadir a los violentos que no entendieron la pasión del fútbol y que están lejos de ser hinchas del club, más si lo terminan perjudicando.

EL CHORRILLERO