Anciana sepultada en el patio: esperan el informe de Anses para confirmar que la hija y el yerno cobraron la jubilación de una persona muerta

 El cuerpo de Blanca Provenza todavía no es entregado a su hija y al yerno para que le den cristiana sepultura. Cuando la Justicia lo ordene, ya sabe que la familia no tiene dinero, por lo tanto, es posible que se requiera, en primera instancia, la asistencia social de la Municipalidad de Santa Rosa del Conlara.

Este lunes se cumplieron 10 días del allanamiento donde la Policía pudo desenterrar el cuerpo de la anciana que había sido sepultada, hace un año, en el patio de una vivienda, en el barrio Estación Conlara. El fiscal N° 1 de la 3° Circunscripción Judicial, César Hugo Salazar Molina es quien interviene desde que se conoció el hecho.

Para saber cómo sigue la causa, están a la espera del informe que solicitaron a Anses, y eso será fundamental, ya que el documento determinará si, como lo aseguró Jorge Gaguini, la pareja estuvo cobrando durante un año la jubilación de una persona fallecida. En el caso de confirmarse, la causa pasará al Juzgado Federal de Villa Mercedes (que le toca por jurisdicción), ya que la conducta se encuadraría en una defraudación al Estado.

La autopsia determinó que la muerte estaba relacionada a una causa natural, y así se descartó un deceso violento.

Fue Gaguini quien le confesó a la médica de cabecera de su suegra o que había sucedido, porque quería tramitar un certificado de defunción.

Jorge con su esposa Mónica Dauga eligieron las tierras sanluiseñas para vivir, y dejaron atrás Buenos Aires, de donde son oriundos. Compraron un terreno y comenzaron a levantar una casa. Y con ellos trajeron a Blanca, quien padecía de una enfermedad degenerativa.

La salud de la mujer solo se fue deteriorando hasta quedar postrada. El 4 de abril de 2024 se apagó su vida: tenía 91 años.

Gaguini y Dauga son jubilados, y argumentaron que no tenían el dinero para un sepelio. Además necesitaban seguir cobrando para sobrevivir, porque se habían adeudado con préstamos y no les alcanzaba para mantenerse. El sueldo de Provenza era de $300 mil. Y según contó su hija, alguna vez tuvo el deseo de ser cremada, y que sus cenizas sean esparcidas en Mar del Plata.

EL CHORRILLERO