Un cóndor andino juvenil fue trasladado a la Fundación Temaikén
- 14/03/2025 10:07 hs
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Fue rescatado en el cerro ‘El Amago’ y posteriormente trasladado a Buenos Aires con el fin de profundizar los estudios clínicos y veterinarios. El Centro de Conservación de Vida Silvestre (CCVS) de La Florida realizó los primeros análisis y un diagnóstico general. El animal deberá continuar su tratamiento en el Centro de Recuperación de Especies de la organización ambiental, ubicada en Escobar.
Una vez más, la Provincia se caracteriza por su fuerte compromiso en el cuidado de la fauna nativa. En esta oportunidad, gracias a una cadena de esfuerzos y voluntades, se trasladó un cóndor andino a Temaikén (fundación de Buenos Aires), donde se realizarán pruebas adicionales que determinarán con mayor precisión el origen de su cuadro clínico y poder aplicar un tratamiento más focalizado.
La majestuosa ave fue rescatada por Bomberos Voluntarios en el cerro ‘El Amago’ y presentaba serias afecciones en su salud. Al ingresar al CCVS, el equipo veterinario observó que el ejemplar tenía un cuadro de parálisis parcial que afecta a los cuatro miembros, denominada ‘tetraparesia’, que también compromete las extremidades inferiores, lo cual influye gravemente en su capacidad de movimiento y sustentación.
“Desde su ingreso, el Centro de Conservación de Vida Silvestre de La Florida aplicó de inmediato el protocolo de atención. Además de fluidoterapia y la administración de medicamentos, se realizaron estudios complementarios, incluyendo una radiografía y análisis de sangre. Los resultados no mostraron anomalías y, aunque el hemograma indicó que el cóndor no se encontraba anémico, la causa del deterioro en su movilidad aún no se ha identificado”, indicó la veterinaria del CCVS, Andrea Gangone.
Ante este delicado estado de salud, la cartera ambiental, a través de la Fundación Bioandina y el Programa de Conservación de Cóndor Andino, decidió trasladar el ejemplar juvenil a Teimaikén con la esperanza de mejorar su recuperación y realizar estudios adicionales que den mayor precisión en el cuadro clínico, aplicando un tratamiento más focalizado. Si bien no está confirmado que el cóndor presente intoxicación por plomo, los especialistas lo califican como una posibilidad.
El proceso de rehabilitación será evaluado de manera individual, pudiendo durar desde una semana hasta varios meses, o incluso un año, antes de contemplar una posible liberación en su hábitat de origen. La meta principal de las autoridades y especialistas es reintroducir al ave en la naturaleza, siempre que su condición lo permita, asegurando así su recuperación y adaptación a la silvestría.
Este caso, sobresale una vez más el compromiso integral que une a la secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, los centros de conservación y la Fundación Bioandina en la protección y rehabilitación de especies emblemáticas. De esta manera, se reafirma la importancia de una intervención rápida y especializada en casos críticos de fauna silvestre.
¿Cómo es el proceso para determinar la intoxicación de las aves?
El cóndor andino es un ave carroñera. Es la especie voladora más grande del mundo que habita en la Cordillera de los Andes y las costas adyacentes del Océano Pacífico, en el oeste de Sudamérica. El envenenamiento y contaminación por plomo es una de las principales amenazas que afectan al animal.
En este sentido, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, la especie sufre, además de la pérdida de su hábitat, el envenenamiento por la ingesta de animales intoxicados o de los propios cebos envenenados colocados ilegalmente por cazadores y ganaderos. Esto les genera un gran deterioro digestivo y neuromuscular que no les permite volar ni buscar alimento. Pierden peso rápidamente hasta llegar a una debilidad extrema que termina en la muerte.
“Cuando un cóndor tiene intoxicación por plomo, se administra un quelante EDTA de calcio (ácido etilendiaminotetraacético), que se aplica intramuscular por cinco días seguidos. Luego, se esperan dos semanas para analizar los resultados con indicios más claros sobre los niveles de plomo en sangre”, explicó Gangone.
La veterinaria también hizo especial hincapié en el procedimiento que no da resultados inmediatos: “De esta forma se hacen dos extracciones de sangre, una al principio y otra luego del tratamiento. El quelante circulando en sangre captura el plomo que se encuentra allí y lo elimina por orina. Son tratamientos extensos que dependen del ejemplar y de la concentración de plomo que tenga en sangre, y puede extenderse por meses e incluso años”.