Así comentó Federico Wals, amigo y exsecretario de Jorge Bergoglio, quien en este momento está en proceso de recuperación de una neumonía bilateral. Aseguró que el Papa se olvida que tiene 88 años por el nivel de intensidad que le pone a su trabajo y su preocupación por estar cerca de la gente.
Federico Wals, amigo y exsecretario del Papa Francisco dialogó con DE UNA acerca de la salud de la máxima autoridad de la Iglesia Católica.
“Las noticias son buenas, sigue en un proceso de recuperación, hubo leves mejorías ayer a la tarde – noche. Tuvo varios días de malas noticias, la internación del viernes, los partes médicos del lunes, el martes con la neumonía bilateral y el miércoles empezó esa leve mejoría que ayer a la tarde el equipo médico confirmó que continuaba, así que dentro de ese cuadro complejo se mantiene la esperanza en esta recuperación”.
Wals comentó que no lo ha podido ver, porque se encuentra “bajo estrictas medidas de seguridad y medidas médicas porque al tener bajas las defensas corre el riesgo de volver a contagiarse de algún otro virus”.
El amigo del Papa informó que el Santo Padre tomó contacto con Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, para ponerse al tanto de los asuntos de la agenda y evaluar los pasos a seguir, “porque naturalmente la recuperación será lenta, y Él no podrá tener el ritmo con el que venía”.
También recibió la visita de Giorgia Meloni, a quien se le permitió saludar al Papa durante unos minutos, “pero todavía es un paciente que hay que cuidar mucho”.
Wals destacó el trabajo intenso y cotidiano, todos los días de la semana desde las 6 de la mañana a las 7 de la tarde del Papa Francisco, quien deberá rever su ritmo de trabajo, “Él no es fácil de cambiar, Él se olvida que tiene 88 años, con un ritmo y una capacidad de trabajo envidiable, porque se toma tiempo para todos, y más en este año de Jubileo”.
Consultado respecto a las declaraciones públicas del Cardenal Gianfranco Ravasi quien se refirió a la posibilidad de una posible renuncia de Jorge Bergoglio, Wals manifestó a DE UNA que “para Francisco el contacto con la gente es fundamental, es todo. Calculo que podrá tener contacto, pero mucho más espaciado. Respecto al tema de la renuncia sobrevoló estos días, pero el propio Papa dijo que él sólo renunciará si la cabeza no le funciona. Ha manifestado que no necesita las piernas para gobernar, `no hay problema que yo esté en una silla de ruedas, pero tengo que estar bien de la cabeza´. Y la verdad es que la cabeza está impecable”.