Pablo Llonto, abogado en derechos humanos planteó que esto nos pone también como país en la certeza de que el camino elegido de búsqueda permanente, de las consignas memoria, verdad y justicia, son ejemplos en el mundo y no hay que abandonar, pese a que estamos con un gobierno, que ha decidido colocarse del lado de los asesinos, del lado de los genocidas, del lado de la mentira y del lado de la no búsqueda de la verdad”.
Pablo Llonto, periodista, escritor y abogado especialista en derechos humanos dialogó con DE UNA, tras la aparición del nieto 138.
“Fue una gran alegría, enorme. Creo que gran parte del pueblo argentino, sintió lo mismo en uno de los años más difíciles, y más desastrosos para la sociedad, por lo que se está viviendo en esta crisis social y económica durísima para los que menos tienen”.
Llonto consideró que esto ha representado uno de los pocos momentos de alegría del año, “de esas alegrías que durante muchos años de estas últimas décadas, las recuperaciones de nietos apropiados eran de a dos o tres a veces por año, y este año veníamos mal”.
Expresó que dada la fecha especial del año, “esto le da un agregado especial a esta larga lucha por saber la verdad, por pedir justicia. Yo creo que las abuelas y las madres de Plaza de Mayo se llevan todos los méritos de esta lucha, por eso, más allá del trabajo que se hace en el Banco de Datos Genéticos, el trabajo que se hace en la justicia, creo que lo que se premia es la perseverancia, la constancia, el no abandonar ideales ni aún en los momentos más difíciles, ni aún en las etapas de la vida que están transitando todas las madres y las abuelas, salvo alguna rara excepción, tienen más de 90, algunas ya superaron los 100”.
Llonto planteó que “esto nos pone también como país en la certeza de que el camino elegido de búsqueda permanente, de las consignas memoria, verdad y justicia, son ejemplos en el mundo y no hay que abandonar, pese a que estamos con un gobierno, desde el 10 de diciembre del año pasado, que ha decidido colocarse del lado de los asesinos, del lado de los genocidas, del lado de la mentira y del lado de la no búsqueda de la verdad”.
Por dicha razón consideró que “este Nieto 138, del que poco sabemos, significó y significará mucho para la Argentina”.
El abogado especialista en derechos humanos expresó que “una situación como esta, que debería alegrar a un Estado, para ellos es señal no sólo de indiferencia, sino hasta debe ser de tristeza, se deben poner tristes con las buenas noticias, porque ellos lo que quieren es otra cosa, ellos quieren genocidas libres, quieren asesinos en la calle, me parece que estas historias hermosas a ellos los ponen mal. Ellos desearían que hubiera terminado el año sin encontrar nietos”.
Llontó planteó con crudeza que “es muy doloroso tener en la Casa Rosada personajes tan siniestros, porque ante la aparición de un nieto, tenés que ser muy inhumano para no alegrarte, no pronunciarte, y sin embargo, es la primera vez en la historia argentina que pasa algo así, porque creo que esto no sucedió ni en el gobierno de Macri, ni el de Menem”.
Ante esto planteó que habrá que transitar lo que queda de este gobierno con la claridad de esta insensibilidad social, política y humanitaria.