Crimen de Vicente López: Martín del Río dijo que es “completamente inocente” y apuntó contra “un grupo comando”
- 12/12/2024 20:17 hs
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El empresario está acusado por doble homicidio agravado por el crimen de sus padres, José Enrique del Río (75) y María Mercedes Alonso (72). Acusó a la fiscalía de no investigar "nada de la puerta para adentro" de la casa de Melo 1101, en Vicente López, donde se cometió el asesinato el 24 de agosto de 2022.
Martín del Rio (50) se levantó antes de que el abogado de su hermano terminara de hacer la última pregunta. Decidió no responderle a la parte acusadora: “Cuando investiguen les voy a responder”, espetó antes de regresar junto a su abogada. Declaró durante una hora y media y dio su versión de los hechos. Dijo que es “completamente inocente” del crimen de sus padres, Enrique del Rio (75) y María Mercedes Alonso (72) y apuntó contra un “grupo comando” que habría entrado a la casa de Melo 1101, en Vicente López.
Del Rio levantó la mano después de que terminara el último testigo para pedir la palabra. Ansioso, no esperó hasta que su defensora, Mónica Chirivin le anunciara a la jueza María Coelho que el imputado haría "uso de su derecho a declarar".
De entrada aclaró que no respondería preguntas de la fiscalía.
"Hace dos años y tres meses que vengo sufriendo el encierro, habiendo sufrido violencia, perdido a mi familia...", empezó. El empresario usó la misma remera roja que el miércoles y declaró ante el jurado popular que mañana tendrá que decidir si es culpable por el doble homicidio agravado de sus padres.
Aseguró, además, que "investigaron lo que quisieron", que no es "el caminante" que quedó filmado entrando y saliendo de la casa entre las 17.33 y las 18.36 del 24 de agosto de 2022.
"Investigaron lo que quisieron, del portón para adentro, no investigó nadie. "Todo lo que vimos pasó a 50 cuadras del hecho", cuestionó y apuntó contra los fiscales Alejandro Musso, Marcela Semeria y Gastón Larramendi por la acusación.
"Ese es el habitáculo, ahí donde están sentados ustedes cuatro", declaró y señaló a los miembros del jurado. "En ese habitáculo en el que estaban mis padres no hay nada mío: no hay ADN, no hay nada. Ahí no estoy yo", aseguró para despegarse de la escena del crimen.
"A mi madre la atacaron, le pegaron dos culatazos en la cabeza y uno en la mandíbula. Mi madre se quiso defender: hasta el viernes pasado la acusación no era esa, sino que abusando de la situación de confianza alguien se había sentado atrás y les había disparado", insistió.
El imputado definió su relación con sus padres como un "núcleo de tres", dejando afuera a su hermano Diego (50) que –aseguró– "hizo su vida".
"Éramos un complemento de tres, mi hermano siempre hizo su vida aparte. Yo empecé a trabajar con ellos a los 17 años", contó y recordó que compró un garaje en Liniers para que lo administrara siendo un adolescente. Se quebró al contar que era un hombre que "escuchaba a su hijo, siempre me daba el lugar de poder opinar. Yo tenía 18 años y opinaba sobre los negocios de él", aseveró.
El jurado lo miró atento aunque con los rostros cansados después de una jornada con cinco testigos técnicos que expusieron detalles de la investigación. Primero fue el turno del médico forense Carlos Mauricio Cassinelli, a cargo del equipo que realizó la autopsia del cadáver de las víctimas; el ex jefe de la Policía Bonaerense y criminólogo experto, Daniel Alejandro Salcedo que realizó un informe cuadro por cuadro comparando los videos de Martín del Río y los del "caminante" que ingresó a la casa de Vicente López; y Denis Banchero, especialista de la fiscalía de Ciberdelitos de San Isidro que mostró las llamadas y mensajes entre Martín del Rio y sus padres.
El hermano mayor, Diego del Río escuchó a su hermano atento desde el público, la sala de audiencias. Decidió no sentarse junto a Félix Linfante y Marcelo D'angelo, sus abogados. Se cubría el rostro, sosteniendo la nariz, como quien no quiere mirar.
"A mi padre le ingresa un grupo comando liderado por alguien que tiene un auto negro. Llevo 2 años y dos meses detenido, entiendan mi pasión por esto, hoy corre riesgo mi libertad. A mi padre le ingresa un grupo comando y no lo quisieron investigar. La verdad es que a mis padres los masacraron, a mi madre le pegaron: que no se investigue es lo que más bronca me da", se enojó el acusado que después fue guiado por su abogada, Mónica Chirivin.
"Creo que no se investigó, se centralizó en una persona que sinceramente no soy yo, no sé quién es, no camino así. No soy esa persoiona", se defendió.
Del Rio citó una declaración incorporada al expediente de dos policías que, antes de detectar al "caminante" y cuando todavía seguían la hipótesis del robo, declararon haber visto a un auto negro estacionarse en la puerta de la cochera de Melo 1101 alrededor de las 19 del 24 de agosto.
Desde la fiscalía negaron la existencia de estos "grupos comando" y aclararon –ante la consulta de Clarín– que las imágenes no fueron exhibidas en el juicio pero que se identificó el auto y se tomó declaración a los dueños de ese vehículo, que sería de un vecino que se detuvo en la zona.
La defensora Chirivin, que también es abogada de Laudelina Peña, la tía de Loan, el nene desaparecido en Corrientes el 13 de junio de 2024, le pidió que se explayara sobre Paola Coquiara –la amante– pero Del Río se despegó de ese vínculo: "La relación con Paola ya estaba terminada, por eso me llamaba, y yo no la quería atender. Me estaba pidiendo dinero, dólares quería".
Además, recordó que la ex pareja de la mujer le había mandado amenazas a la casa de Melo: "Me di cuenta que me estaba boicoteando negocios, ya me había dado cuenta de eso. Hay una denuncia contra la ex pareja Paola, que trabajaba en una inmobiliaria de Libertador al 6500. Le había pintado un encapuchado en la pared de la casa y mandó cartas extorsivas a la casa de mis padres".
El juicio terminará este viernes. La jueza citó la audiencia para las 11 de la mañana y comenzarán con los alegatos de la fiscalía y el particular damnificado. Luego será el turno de la defensa. Y el juicio finalizará con la deliberación del jurado popular que deberá decidir si es culpable o no culpable.