Ríos de lava han vuelto a correr por el terreno de la península de Reykjanes, en Islandia, que recientemente ha sufrido la séptima erupción volcánica del 2024, concretamente en la fila de cráteres de Sundhnukar. El país se ubica sobre el límite entre dos placas tectónicas, la euroasiática y la norteamericana, y por ello está destinado a sufrir este tipo de incidentes naturales con relativa frecuencia.