El ministro de Economía habló en la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO) y si bien reconoció que hubo medidas "duras", destacó los logros de su administración en los primeros meses de gestión.
“Salimos de terapia intensiva, por lo pronto logramos que el paciente no se muera y estamos en franca recuperación. Los números de mayo fueron los mejores de estos seis meses. Tuvimos récord de superávit fiscal. La inflación cayó a la mitad de lo que fue en abril, a lo que se decía que no podía bajar del 7%. Empezamos a ver ya a partir de marzo, abril, signos de recuperación que en mayo se profundizaron. El índice construya creció 4,8%, despachos de cemento 11,5%, producción de autos y ventas de autos subió un 5%, energía, agro. El crédito está pegando un vuelco importante”.
Con este mensaje positivo comenzó su discurso el ministro de Economía, Luis Caputo, en la disertación que pronunciara este martes al cierre de la Convención Anual de la Cámara Argentina de la Construcción (CAMARCO). En un discurso con fuerte tono político, el titular del Palacio de Hacienda anticipó que “al final de nuestro mandato, nosotros vamos a haber reducido el 90% de los impuestos que hay hoy en Argentina”.
Caputo habló frente a casi 1.900 asistentes del sector más golpeado en los últimos meses. Por esta razón enfrentó a un auditorio “frío” y en buena medida escéptico. Cabe recordar que, en el primer trimestre del año, la construcción fue la actividad que más se contrajo con una retracción de 19,7% con relación a igual período de 2023.
Lo hizo además en un día cargado de tensiones en el mercado de cambios. El dólar blue subió con fuerza este martes y alcanzó un nuevo récord nominal, al cotizar a $1.335 para la compra y a $1.365 para la venta.
En el plano de la economía real se conocieron distintos indicadores desfavorables. Con el inicio de la gestión de Javier Milei, la distribución del ingreso alcanzó el peor registro en 16 años.
El lunes pasado se conoció que la desocupación fue del 7,7% en el primer trimestre de 2024, dos puntos porcentuales arriba en comparación con el último trimestre de 2023. También el INDEC dio a conocer los datos de actividad económica correspondientes al primer trimestre de 2024 con una marcada caída de 5,1% en comparación al mismo trimestre del año anterior.
De todas maneras, los concurrentes al encuentro de CAMARCO valoraron que el ministro haya ido “a poner la cara”. En tanto, en el entorno del ministro señalan que se ocupó de rescatar el rol de los empresarios y, por este motivo, enfatizó que “es importante crecer para que el Estado pueda bajar impuestos”.
Luis Caputo en clave política
La política ocupó el centro del discurso de Caputo. Dijo que el kirchnerismo pensaba que “estos pavos se van en dos o tres meses”, pero como ahora se han dado cuenta que el Gobierno está logrando resultados, tienen que “poner toda la carne al asador”, de donde explicó los ataques a la gestión oficial.
Tras recordar que el kirchnerismo gobernó “16 de los últimos 20 años, y destrozaron el país”, consideró que la única forma que tienen para volver a gobernar es “convencerlos a ustedes que los que vienen son igual de malos que ellos” y agregó que “la única alternativa que tienen es hacer daño. Y eso es lo que tratan. Por eso las cosas que se están viendo, por eso las cosas que se dicen, y por eso la paradoja que, en el mejor mes, es cuando más ruido se escucha”.
Como muestra de ese “ruido” se refirió al tipo de cambio. “Se escapa el tipo de cambio porque se fue a $1.300. Llegamos con un tipo de cambio en $1.180. O sea, subió un 10% en seis meses.” Para minimizar este movimiento, Caputo recordó que al Gobierno anterior “el tipo de cambio se le fue de 60 a 1.200. O sea, subió 20 veces”.
El ministro reiteró que no había otra posibilidad que cerrar el déficit fiscal porque ya no se podía ni emitir ni lograr financiamiento. Precisó que recibió aproximadamente 2.700 obras de las cuales el 77%, casi 80%, eran obras por convenio, la mayoría menores como, ejemplificó cordón cuneta en Santiago del Estero o el techo de una pileta en alguna otra provincia o el baño en un cementerio.
Si bien consideró que estas obras deben realizarse, no le corresponden a la Nación, sino a los intendentes o los gobernadores. Afirmó que “la Nación tiene que hacer obras de infraestructura, lo importante es que sirvan al desarrollo”.
Al respecto, Ámbito pudo saber que el Poder Ejecutivo Nacional está elaborando un listado de obras públicas a ser encaradas por la Nación.
Caputo estimó que cerca de la mitad de las 1950 obras menores, unas 900, ya se las llevaron las provincias. Sostuvo que “la mitad prácticamente apenas si se había empezado, la otra mitad, vinieron las provincias a afirmar que se las llevaban para terminarlas, porque algunas eran obras más importantes, la mayoría ya estaba avanzada, 60, 70, incluso 80%”. Afirmó que este sistema está empezando a dar sus frutos y que lo conversó “con muchos gobernadores de la oposición, no kirchneristas, peronistas, hago la diferencia, porque para mí el peronismo no es el kirchnerismo”.
Mensaje
El ministro también aseveró que quería dejar el mensaje que “pierdan el miedo a esta poca gente que quiere entorpecer todo” y formuló una convocatoria a los empresarios. Afirmó que “sí hay una cosa que hay que internalizar, es que el sector privado tiene un rol en esto mucho más importante, tal vez, de lo que cada uno de ustedes cree".
Y amplió: "Las decisiones individuales de cada uno de ustedes son las que van a determinar cuán rápido y cuán fuertemente salgamos de esta crisis. No va a ser más desde el sector público. Nosotros vamos a acompañar, pero la mayor parte del trabajo se hizo, lo más difícil se hizo, eso que parecía imposible, que todos decían que no se podía hacer, se hizo. Y se hizo en tiempo récord”.
Caputo ponderó la decisión del presidente Milei de llevar adelante su programa. Dijo que la actitud del primer mandatario “no es locura, es convicción, sólo se podía hacer con alguien con ese poder de convicción”.
“A los devaluadores seriales les digo que el camino no es devaluar, sino bajar fuertemente la carga impositiva” enfatizó y adelantó que, con la recuperación de la actividad, el aumento en la base imponible y el avance hacia el superávit fiscal “rápidamente vamos a estar en condiciones de bajar impuestos”.
Más aún dijo que “si esto comienza ahora y nosotros seguimos en este proceso, se convierte en un círculo virtuoso, créanme lo que les digo, al final de nuestro mandato nosotros vamos a haber reducido el 90% de los impuestos que hay hoy en Argentina”. Esta fue la única oportunidad en la que despertó el aplauso de los asistentes.
Diálogo
Por su parte el presidente de CAMARCO, Gustavo Weiss, planteó “la necesidad imperiosa del control del gasto público, del ahorro fiscal y la búsqueda del superávit”, pero también sostuvo que “debemos ser claros que la infraestructura pública no es un gasto, sino una inversión. No es parte del problema, es parte de la solución”.
El titular de CAMARCO insistió en la necesidad del diálogo. Sostuvo que “valoramos también como muy positivo la aprobación de la ley Bases y la convocatoria al Pacto de Mayo, que al igual que el lema de la convención, son una convocatoria al diálogo”.
Al respecto, recordó que ya en la primera convención, pospandemia, la entidad presentó en sociedad una experiencia de diálogo sectorial novedosa, el Consejo de Política de Infraestructura, conformado por las seis entidades gremiales empresarias principales de la Argentina y la representación de los trabajadores por la CGT y la UOCRA.
Weiss trazó un panorama del sector. Al respecto, sostuvo que “la falta de perspectiva de nuevas licitaciones ensombrece el panorama. Simultáneamente, hay muchas empresas constructoras de todo el país en riesgo de desaparecer por la falta de pago de los trabajos ejecutados el año pasado y la discontinuidad en la marcha de las obras”.
En este sentido, reiteró “la urgencia en la cancelación de las facturas ya emitidas con sus intereses correspondientes, como establece la ley de Obras Públicas”.
Weiss también manifestó el reconocimiento del sector por “la mejora de los indicadores de inflación, en la baja de tasas, el fortalecimiento de las reservas del Banco Central, la reducción del riesgo al país y el incremento del valor de los bonos argentinos”.
Y agregó: “Vemos con esperanza la aparición de líneas de crédito hipotecarios, aún tímidas y prudentes. A menor inflación y mayor confianza, el sector privado podrá crecer exponencialmente apalancado en el sector de la vivienda”.
Ante la vertical caída que viene registrando la construcción, el clima entre los empresarios del sector es de “expectativa por que las cosas se reviertan, pero tenemos dudas”, según señalaron a Ámbito.
Muchos de los empresarios que participaron de la Convención vinieron del interior del país, donde la actividad se vio particularmente resentida por la paralización -prácticamente total, según señalan- de la obra pública.
Desde este punto de vista, comentan que tienen la “esperanza” que el traspaso de obras a los gobernadores e intendentes permita el reinicio de estos emprendimientos, al menos los que están en estado más avanzado.
Al respecto, los gobernadores están negociando con el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, el traspaso de las obras a las administraciones del interior, particularmente las que tienen financiamiento internacional. Si bien el gobierno nacional dejaría de hacer aportes, entre los constructores existe la expectativa que el paso a las gobernaciones provinciales posibilite la reapertura de las obras.
De todas maneras, se trata de un sector que viene golpeado desde el año pasado -perdió en los últimos meses 100.000 puestos de trabajo-. Predomina entre los empresarios la expectativa de una lenta recuperación, aunque reconocen que “varias empresas quedarán en el camino”.