“Pared con pared”: la comedia romántica de dos vecinos en conflicto

Netflix hace triunfar a la comedia romántica que lanzó el 12 de abril: Pared con pared. Aquí la cantante española Aitana vuelve a probarse como actriz encarnando a una pianista que se prepara para una audición, pero tiene que lidiar con su vecino (Fernando Guallar), un inventor de juegos. ¿Se pondrán de acuerdo?

Pared con pared, dirigida por Patricia Font, y con una duración de 1 hora 38 minutos, presenta los puntos de vista disímiles de esta pianista, que comparte pared con su vecino, un inventor de juegos que sólo puede concentrarse en silencio.

Aitana Ocaña protagoniza este film, remake de una comedia romántica francesa Tras la pared, lanzada en 2015. La película narra la batalla entre Valentina y su vecino. “Una joven pianista se prepara para una audición. Él, un inventor de juegos. Solo una delgada pared les separa... ¿lograrán aprender a convivir?”, adelanta la sinopsis.

Y la duda está en si estas personas tan diferentes podrán resolver sus disputas y, eventualmente, se terminarán enamorando. ¿Vale la pena ver Pared con pared?

“Pared con pared”: la comedia romántica de dos vecinos en conflicto

Dice la sinopsis de Netflix: “David es un solitario diseñador de juegos que vive en un apartamento sombrío y polvoriento. Pero un rayo de luz entra a su vida cuando conoce a Valentina... a través de una pared”.

Como en toda comedia romántica, Pared con pared hace que una cosa lleve a la otra y que ambos protagonistas caigan rendidos a los pies del amor. Mediante una premisa sencilla y una puesta en escena poco compleja y directa, el nuevo proyecto de la española Aitana es un divertimento sin grandes pretensiones, pero entretenido.

Pared con pared presenta los tópicos habituales del género romántico, dándoles un enfoque diferente por tener a los protagonistas separados por un fino muro. Una premisa fácil y directa que, no obstante, sirve como punto de partida de un sinfín de controversias a las que se enfrentan sus protagonistas para convivir.

En la película, el resultado en el ámbito de la dirección, de Patricia Font, funciona gracias a ese tono teatral que se representa constantemente mediante la sencilla interacción de sus protagonistas y los entornos básicos. Es una pequeña obra de teatro convertida en película: una producción ideal para el fin de semana y para dejarse seducir por su planteo en Netflix.


TN