“Hay que rezar”: el desgarrador pedido del representante de Roly Serrano

En medio de la preocupación que despertó la salud de Roly Serrano tras conocerse que empeoró su cuadro después de haber sufrido un grave accidente automovilístico en la ruta 9 a la altura de Baradero, su representante, Jorge Gómez, rompió el silencio.

“Roly está muy delicado. Continúa en coma farmacológico y respiración asistida, y hay una cosa que le pasó en el riñón, pero es muy pequeño el problemita que tenía. Está orinando, dentro de todo, bastante bien”, comenzó diciendo Jorge en una nota que dio a Socios del Espectáculo.

“Lo que estamos esperando es que tenga una reacción con todo lo que es el oxígeno, con todo lo que tiene que ver la reacción de él, para poder empezar a sacarle de a poco el oxígeno, para que empiece a respirar normalmente. Los médicos lo que dicen es que hay que esperar, esto es una cosa de día a día y tampoco es fácil”, agregó.

Luego, el entrevistado detalló los problemas que presenta el actor: “Él es un tipo que tiene obesidad, tiene problemas de tabaquismo y eso hace que el pulmón no tenga la suficiente oxigenación, y no pueda despedir todo lo que es el carbón que produce el cigarrillo. Entonces, es como que tienen que limpiar un poco todo lo que tiene que ver con esa parte pulmonar”.

“La verdad que nosotros, no solamente yo, sino muchos actores amigos le han dicho ‘hacé lo que tengas que hacer acá en Buenos Aires’. Yo le decía, por ejemplo, ‘venite a casa a quedarte todo el enero, febrero y marzo’”, añadió. Y cerró, a flor de piel: “Hay que rezar. Hay que rezar”.

CÓMO FUE EL ACCIDENTE AUTOMOVILÍSTICO QUE SUFRIÓ ROLY SERRANO

Roly Serrano protagonizó un choque el domingo a las 23 cuando circulaba por la Ruta nacional 9 y, a la altura del kilómetro 115, de regreso de Córdoba, y colisionó su camioneta KIA contra otro automóvil, un Ford Fiesta, que iba delante suyo con una familia a bordo.

A raíz de esto, el actor, de 69 años, quedó internado en el Hospital zonal Lino Piñeiro de Baradero, donde, según informó su director, Carlos Baliela, ingresó consciente, pero su condición empeoró rápidamente y terminó en terapia intensiva y asistido con respirador.

Los ocupantes del otro automóvil, un hombre de 35 años y su hijo de 6 viajaban, también fueron derivados con traumatismos varios y heridas cortantes en el cuero cabelludo. Ambos fueron dados de alta tras pasar algunas horas en observación.


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