El fracaso del símbolo de la música disco: perdió millones e inspiró al premio más ácido de la industria
- 29/12/2023 15:00 hs
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Village People lanzó varios éxitos a lo largo de la década del ‘70, pero cayó en desgracia de la mano del final por el furor del género.
Los años 70 trajeron consigo la explosión de Village People, una banda reconocida por sus letras estrafalarias y repletas de doble sentido que acabó por transformarse en un símbolo de la música disco. Su suceso, tan exitoso como fugaz, no alcanzó para que los miembros del grupo evitaran perder millones de dólares. Para colmo, lanzaron una película destinada al fracaso y sirvieron como inspiración para la creación de un curioso premio.
Por supuesto, la agrupación estadounidense cosechó varios logros al calor del fenómeno mundial que representaba. Más allá de los disfraces originales, personificados de acuerdo a cada integrante y haciendo referencia a los estereotipos homosexuales de la época, las canciones se volvieron furor y algunas de ellas siguen siendo escuchadas en eventos como bodas y cumpleaños.
“Go West” y “Macho Men” fueron los primeros clásicos: la coreografía era interpretada por los propios artistas, vestidos de vaquero -Randy Jones-, motociclista -Glenn Hughes-, soldado -Alex Briley-, indio -Felipe Rose-, policía -Victor Willis- y obrero de la construcción -David Holo, también conocido como Apolo-. Sin embargo, no fue hasta el estreno de “YMCA” que se instaló definitivamente la polémica.
El gran fracaso de Village People: del éxito mundial de “YMCA” a la película que ganó un insólito galardón
Además del icónico baile, la propia Young Men’s Christian Association se sintió damnificada por la canción y llegó a imponer una demanda que, pronto, sería retirada sin mayores explicaciones. “In the Navy”, que estuvo tercero entre los singles más escuchados de Norteamérica y segundo en Gran Bretaña, provocó que la Marina lo utilizara para llevar a cabo una polémica campaña de reclutamiento.
En la cresta de la ola del conjunto, los cantantes decidieron aparecer en una película llamada “Can’t Stop the Music”, que fue dirigida por Nancy Walker. De todos modos, el filme recién salió a la luz en 1980, cuando el género estaba cayendo poco a poco en desgracia: el actor Steve Guttenberg se pone en la piel de Jack Morrell, un DJ y compositor de Nueva York que busca obtener un contrato de grabación con ayuda de una exmodelo y un abogado. Otra de las novatas destacadas que participó fue la medallista olímpica Caitlyn Jenner -décadas antes de su reasignación de género-.
Su presupuesto fue de alrededor de 20 millones de dólares y las críticas fueron completamente despiadadas: además del mal recibimiento del público en las salas de cine -recaudó apenas 2 millones-, se quedó con el primer Razzie de toda la historia de la industria, que surgía como la contracara de los Óscar. En la gala de 1981, la comedia musical fue reconocida como la Peor Película, aunque el contexto tampoco la favoreció.
John Wilson, el creador del curioso evento que se transformó en trascendente con el paso de los años, aseguró que quedó pasmado por el bajo nivel del largometraje cuando fue a verlo: “Insistí en un reembolso. Cuando el gerente me dijo que no, recuerdo claramente estar volviendo a casa con las ventanillas abajo en mi automóvil compacto y pensar ‘es pésima, debería recibir algún premio’”.
El gran fracaso de Village People: el disco que no funcionó y el adiós de los históricos
La posterior iniciativa de Village People también fue un duro revés para la banda: el disco “Rennaisance” fue lanzado al mercado con varias adaptaciones a la encumbrada New Wave y una apariencia diferente en cuanto a la vestimenta. Los renovados sencillos, la utilización de chalecos con pantalones ajustados y mucho maquillaje no fueron suficientes para generar un cimbronazo, ya que el LP navegó en la intrascendencia.
El productor Jacques Morali, la mente creativa detrás del grupo, falleció en 1991 a causa del HIV y dejó huérfanos a los artistas, que ya atravesaban un proceso de decadencia. Diez años después, el hermano de Briley, Jonathan, murió en el marco del ataque a las Torres Gemelas y fue protagonista de una de las imágenes más famosas del atentado: se tiró desde uno de los edificios y se lo puede ver ya en el aire, sin oponer resistencia.
Hughes, por su parte, también perdió la vida en 2001 en su casa de Manhattan tras haber luchado contra un cáncer de pulmón fulminante. Pese a la ausencia de buena parte de los históricos, la agrupación de música disco sigue tocando e hizo escala en Argentina allá por 2010, cuando subió al escenario del mítico Luna Park.