Atesoró la cultura en la que nació y encontró en la salud el camino para ayudar a su gente

Marina Vanesa Barrientos de 38 años es descendiente de los pueblos Qom, Vilela y Guaraní, vive en la comunidad de pueblos originarios Colonia Aborigen, ubicada en la provincia de Chaco y en 2009 se recibió de licenciada en Enfermería.

“El gran desafío a nivel profesional es reconstruir la identidad de cada lugar. Me encanta como se entrelaza la enfermería con la historia de la humanidad y retomar los saberes olvidados que no se registran porque no hay fuentes de diálogo”, señaló por Gente Necesaria. 

Además es descendiente de sobrevivientes de la Masacre de Napalpí, donde el Estado tuvo responsabilidad. Ocurrió en 1924 contra las comunidades indígenas y fue reconocido por la justicia en 2022.

Entre los principales proyectos que lleva adelante la enfermera en su comunidad, se encuentran los talleres de Educación Sexual Integral (ESI) dirigidos a la comunidad originaria, los cuales buscan reconocer la salud intercultural indígena, además de alertar sobre abusos y situaciones de violencia ginecológica y obstétrica.

“Trabajamos de acuerdo a las cosmovisiones de nuestros pueblos originarios como son el Qom, Mocoví y Wichí, los tres reconocidos legalmente en Chaco. Nuestra cosmovisión es sentirnos parte de la naturaleza y los territorios representan una espiritualidad para nuestros pueblos”, explicó.

Respecto a la enfermería sostuvo que es una práctica muy necesaria en el sistema de salud, muchas veces invisibilizada. Sobre cómo se definió por esta profesión, dijo que viene de una familia donde se practicaba la medicina natural y además con vocación social. 

“La enfermería me brindó mucho más de lo que Medicina me podía haber brindado”, sostuvo y dijo que eligió la profesión como un camino para ayudar a su gente y darle mejor calidad de vida.

Por último, se refirió a un proyecto académico de la Universidad Nacional del Chaco Austral donde de manera articulada con la Colonia, recolectaron 18 especies, entre nativas y no nativas, para realizar un herbario con las propiedades de las plantas medicinales utilizadas por los pueblos originarios. "Es una apuesta por la educación pública y académica", añadió.