Lo juzgan por abusar a una mujer mientras esperaba un colectivo

Ocho años pasaron del ultraje que marcó la vida de S.M.T. La mujer denunció que la mañana del 31 de mayo de 2015, mientras esperaba el colectivo que la llevaría a su trabajo en Potrero de los Funes, fue violada por quien habría resultado ser William Benegas. De hecho, dos personas la ayudaron, sacándole de encima al hombre que se le había abalanzado. Benegas fue denunciado, procesado y comenzó a ser juzgado. Así y todo, se presentó en los Tribunales de San Luis y, a horas de que empezara el debate oral, dijo no estar siquiera enterado de todo el proceso en su contra, ni mucho menos que la fiscalía ha pedido 16 años de cárcel para él por abuso sexual.
 
Según el defensor oficial Esteban Sala, tanta fue la sorpresa de Benegas cuando se anotició de que estaban a punto de juzgarlo, que se descompuso en los pasillos de los Tribunales. Se desmayó y, un rato más tarde, cuando logró recomponerse, entró a la sala de juicios de la Cámara Penal 1.
 
Una vez abierto el debate, los jueces Daniela Estrada, Sandra Ehrlich y José Luis Flores le preguntaron al acusado si quería declarar, pero el hombre se abstuvo.
 
Seguidamente se sentaron frente al tribunal la víctima y las dos personas que la ayudaron cuando era atacada sexualmente.
 
La mujer relató que la mañana del abuso se dirigió, como de costumbre, a pie hasta la parada del colectivo. Contó que es madre de siete hijos y hacía dos años y medio que trabajaba en el hotel de Potrero de los Funes.
 
Cuando estaba a punto de llegar a la parada, detrás de la iglesia María Auxiliadora, notó a un hombre que, a bordo de una moto 110, seguía a una chica que caminaba delante de ella. Luego de hacer una cuadra, el motociclista se volvió hacia donde estaba la víctima y empezó a hablarle.
 
"¡Eh! ¿Qué te pasa, amigo? ¿Qué es lo que querés?", le preguntó ella y empezó a caminar hacia atrás. Pero cuando retrocedía se cayó, trató de gatear y, en eso, el de la moto se le tiró encima.
 
Allí, cuando lo tenía sobre ella, S.M.T. lo identificó. Era un hombre que solía tomar alcohol a la vuelta de su casa. La mujer le dijo que si quería plata se la daría, pero que la dejara en paz.
 
Pero él le respondió: "Ya vas a ver lo que no es c... con un milico". Lo dijo en referencia a la expareja de la damnificada. Y abusó de ella.
 
En un momento, ella logró gritar y pedirles ayuda a dos jóvenes que pasaron circunstancialmente.
 
El defensor oficial no niega la existencia del hecho, pero asegura que no se trató de un ultraje con acceso carnal.
 
Además, según él, la mujer denunció el abuso unos días después. Decidió hacerlo luego de iniciar en paralelo un juicio laboral contra el hotel donde estaba empleada. El litigio contra el hotel es porque sufrió el ultraje cuando iba camino hacia su trabajo, refirió el letrado.

Fuente ED