Era la noche del sábado 20 de octubre de 2021 y ella estaba ebria en la casa de una amiga. Cuando su madre fue a buscarla y la vio así se lo recriminó de una manera tal que ella explotó y le contó que su propio padre la abusaba desde hacía años. La mujer, que tiene tres hijos en común con el imputado y otras dos de otra pareja, siempre sospechó que todos los chicos fueron víctimas, pero solo pudo probar otro hecho: el de una niña de 9 años que es hijastra del hombre. Ayer, el imputado, que está preso, aceptó ambos abusos ante un tribunal a cambio de recibir una condena abreviada a 8 años de prisión.
C.Y.A. radicó la denuncia por lo que sucedió con su hija mayor, que en ese entonces tenía 14 años, seis días después, el 26 de marzo. Allí contó que hacía unos 12 años que estaba separada del imputado, C.D.G., pero que como él nunca tuvo trabajo siempre fue el encargado de cuidar a los chicos mientras ella trabajaba aunque no convivieran. No obstante, también refirió que le dio asilo en varios momentos porque él se quedaba sin lugar en el que vivir.
Z.A la adolescente que destapó todo, contó en Cámara Gesell que su padre comenzó a tocarla cuando ella tenía unos 9 años y que esas conductas fueron creciendo hasta que llegó a violarla; también que las situaciones se extendieron hasta mediados de 2019, cuando un día decidió gritar cuando el hombre quiso abusarla otra vez.
Su relato arrojó “resultados positivos en relación a vivencias compatibles con abuso sexual”, con “criterios suficientes de credibilidad narrativa, conservando una estructura lógica y flexible en cuanto a la secuencia temporal y cronología de los hechos”, concluyó el informe de la pericia. Ello, sumado a la constatación de una pediatra forense que daba cuenta de que la adolescente tenía signos de abuso de vieja data, llevó a la entonces jueza Virginia Palacios, que instruyó la causa, a procesar a C.D.G. con prisión preventiva el 30 de marzo de 2021.
Fue por el delito de “Abuso sexual con acceso carnal agravado por causar un grave daño a la salud, por el vínculo y por el aprovechamiento de la convivencia preexistente siendo la victima menor de 13 años”.
“A mí no me toqués”
A pesar de que C.Y.A. sospecha que sus cinco hijos pudieron ser víctimas de su ex, solo una de sus hijas menores, S.P., se animó a contarle que su padrastro la había manoseado en algunas ocasiones. Como sus hermanos, ella quedaba al cuidado del imputado cuando su madre trabajaba, con la diferencia de que visitaba a su padre biológico los fines de semana.
Quizás la presencia de esa figura paterna la llevó a ponerle un freno a C.D.G., a quien, según contó en Cámara Gesell, un día le gritó “a mí no me toqués. Nunca más”, por lo que las conductas sexuales cesaron y no pasaron a mayores como en el caso de su medio hermana.
Como en el caso anterior, la chica pasó por una evaluación psicológica, que dio indicios de la presencia de abuso, y por una revisación ginecológica, que descartó una violación.
De todas maneras, para el fiscal Esteban Roche los indicios fueron suficientes como para pedir una ampliación del sumario y citar nuevamente a indagatoria al hombre por la nueva denuncia en su contra. Tampoco declaró, y el juez Marcos Flores Leyes lo procesó por “Abuso sexual simple agravado por la condición de guardador y por la convivencia preexistente siendo la victima menor de edad”, el 6 de marzo de 2021.
Para entonces, esa segunda pequeña tenía apenas 9 años.
Sin beneficios
Roche fue el encargado de redactar las dos requisitorias de elevación a juicio. A la del caso de Z.A. la firmó el 23 de octubre de 2021, con un pedido a 15 años de cárcel por el delito de “Abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo y por el aprovechamiento de la convivencia preexistente; el 23 de mayo de 2022 firmó la otra, en la que pidió 6 años de prisión por “Abuso sexual simple agravado por el carácter de guardador y por el aprovechamiento de la convivencia preexistente” en perjuicio de S.P.
Las causas se unificaron y el inicio del debate oral fue fijado para ayer a las 9 de la mañana con la citación de 9 testigos, pero al comenzar la audiencia, el fiscal de Juicio Fernando Rodríguez expresó haber llegado a un acuerdo de juicio abreviado con el defensor oficial Esteban Sala, que asistió al imputado.
En representación de las víctimas estuvo la defensora de Niñez 2, Silvina García, quien no se opuso a la presentación tras consultar el acuerdo con la madre de las niñas. De todas maneras, el tribunal le pidió a la mujer pasar al estrado para dar su conformidad de manera expresa; lo hizo, pero luego de pedir que el imputado saliera de la sala.