Marina Motta, Terapeuta en Descodificación Mente Cuerpo y Alma y certificada en Mindfulness e Inteligencia Emocional reflexiona desde el sentir que la atraviesa y desde allí pone un espejo para mirarnos y sentir lo que nos sucede. Una columna para leer desde la caricia.
Desde que escucho a mi corazón un poquito más, ya no resuenan las exigencias del afuera, hago lo mejor que puedo.
La presión impuesta de hacer más la cambie por Ser más.
La apariencia y los aplausos que compraba como esencia, los cambié por mi propia vulnerabilidad.
La plenitud sostenida por los brillos de afuera, los cambié por ir haciéndome amiga de mi propia oscuridad.
El sacrificio encubierto en productividad que me consumía, lo cambié por lo que siempre estuvo conectado a mí y me sale genuino.
Dejé de lado hábitos de protección que me impiden sentir, se siente y punto.
Tengo más claridad de lo impuesto y lo que sale del corazón.
Hice espacios de honestidad a mis miedos mas grandes y pude verme en mi inmensa humanidad.
A veces sola no puedo, sólo necesito saber que estás, que estamos conectados por eso que no vemos pero sabemos que está!!!
A veces necesito abrazarme con la humanidad
Y así voy, escuchando mi corazón, a veces sin saber mucho, pero a la vez comprendiéndolo TODO...