No se detiene el robo de motos; la dejó estacionada en la puerta y en segundos se la llevaron

Ocurrió el martes a la 1 de la madrugada en el Barrio Estación. Yoana Aballay regresó a su hogar, ubicado en Zavala Ortiz, entre Europa y Bolivia, y como de costumbre puso la motocicleta junto con la de su marido. “Entré, puse la pava para un té y cuando salí la moto ya no estaba”, contó la víctima Sonia Schoenaker. “Fue muy rápido todo”, agregó.

Cristian, su marido, salió en búsqueda de los malvivientes mientras que ella llamó a la Policía. Él no encontró nada y como viven a 5 cuadras de la Comisaría 9º fueron a pedir ayuda.

Allí les transmitieron que “no podían actuar si no estaba hecha la denuncia”.

“Le dije a la chica que me atendió que no iba a hacer la denuncia en ese momento porque eso es algo que te lleva tiempo, y yo necesitaba buscar mi moto”, explicó Aballay.

“Le fui a avisar porque si tenían móviles en la calle quizás podían ver algo”, sostuvo.

La familia salió a recorrer los barrios de la ciudad por sus propios medios para tratar de dar con el vehículo, aunque sin suerte. “Anduvimos buscando por todos los barrios hasta las 5 o 6 de la mañana”, aseguró.

A primera hora de hoy fue a hablar con unos vecinos de la cuadra que tienen cámaras de seguridad. Así pudo ver al ladrón bajarse de una moto conducida por una mujer, para después llevarse la Motomel Blitz 110 cc de Aballay. “Habían dado una vuelta primero para ver como estaba el panorama y en la segunda se la llevaron”, relató.

En el transcurso de la tarde siguieron con la búsqueda. Al ver dos motos con características similares otra vez se comunicaron con la Policía pero les dijeron que “no podían actuar sin la denuncia”.  Entonces presentaron informaron el robo como se lo pedían.

“Es muy engorroso porque te podés clavar dos o tres horas ahí sentado. Es tiempo perdido. Ellos no entienden que cuando te roban el tiempo es oro”, consideró.

“Vení mañana que va a haber otro comisario, comentale, traé todas tus pruebas, y si tenemos suerte, la jueza manda a hacer un allanamiento”, le explicaron, según añadió.

“Hacen las cosas de mala gana como si les estuvieras pidiendo un favor, pero cuidar a la comunidad es un deber de ellos. No lo están haciendo” manifestó. “No nos están cuidando”, concluyó.



 

El Chorrillero