Tanto el ex Beatle como el líder de los Rolling Stones supieron llevar una vida con algunos excesos. Hoy siguen vitales arriba de los escenarios y mantienen estrictas rutinas de yoga, pilates, ejercicio físico y hasta baile. El fenómeno bajo la mirada de dos expertos.
Kurt Cobain tenía 27 años cuando decidió volarse la cabeza de un escopetazo. En un carta de despedida dejó escrita una frase: “Es mejor arder que apagarse lentamente”. El cantante de Nirvana, quien en aquel abril de 1994 ingresaba al célebre y triste Club de los 27 -en alusión a los artistas que se quitaron la vida a esa edad, producto en la mayoría de la veces de los excesos- tomó esa frase de Hey hey, my my (Into the black), una canción que Neil Young había escrito en 1977.
Aquello de apagarse lentamente fue visto durante un tiempo como una señal de cierta debilidad o poca cosa a la hora de imaginar a las estrellas de rock. “Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver”, dijo alguna vez James Dean. Amy Winehouse, Jim Morrison, Janis Joplin, Jimi Hendrix, Robert Johnson, Otis Redding, cumplieron con esta engañosa premisa que los alza en el “podio” de grandes estrellas de la música que no llegaron a vivir 30 años.
En la vereda opuesta, casi como una contraposición que derriba aquella bandera oxidada del reviente, aparecen Mick Jagger y Paul McCartney. Con 79 y 80 años respectivamente, el líder de los Rolling Stones -la banda más longeva del rock- y el ex Beatle, siguen dando rienda suelta a la música con una vida que seguramente sepa de excesos, pero que en la actualidad los encuentra bastante más entretenidos con rutinas wellness, comidas saludables y ejercicio físico.
Su majestad en colchoneta
El estado físico que tiene al recorrer el escenario Jagger no solo se debe a un ADN seguramente casi único en este planeta. Sus enérgicos movimientos el resultado de un entrenamiento que lleva junto a su entrenador personal: Torje Eike. De origen noruego, Eike tiene clientes entre los que se destacan atletas olímpicos y jugadores profesionales de fútbol.
Jagger lleva más de 24 años junto a este hombre que hoy le hace hacer la rutina entre cinco y seis veces a la semana. Resistencia y equilibrio. De eso se trata. Antes de una gira, el cantante corre 12 kilómetros por día y hace natación. Pero esto no es todo: toma clases de ballet, yoga y pilates.
De acuerdo con Quora, el Stone solo come alimentos orgánicos luego de que Jo Wood, la esposa de Ronnie Wood, lo convenciera. Su dieta es consistente con la de un atleta de alta resistencia y se basa en panes integrales, papas, arroz, frijoles, pollo y pescado.
Durante muchos años, mientras estaba de gira, comía un plato de pasta cuatro horas antes de un espectáculo. De desayuno consume batidos con suplementos nutricionales y toma aceite de hígado de bacalao, que ayudan a la resistencia y a la función cerebral.
Jagger solo come alimentos orgánicos luego de que Jo Wood, la esposa de Ronnie Wood, lo convenciera.
Jagger se somete regularmente a exámenes médicos, y cuenta con su masajista personal, que viaja con él a las giras y lo ayuda a prepararse dos horas antes de cada show. En abril de 2019, fue noticia cuando tuvo que suspender parte de una gira porque le iban a reemplazar una válvula cardíaca. “Prometo trabajar duro para volver al escenario tan pronto como pueda”, dijo antes de hacerse la intervención de la que salió bien.
Tampoco se puede desdeñar el factor genético: el padre de Mick fue gimnasta, profesor de educación física, que practicó deportes hasta pasados los ochenta años y que murió a los 93.
En 1969 un periodista le preguntó a un MIck Jagger pletórico, de apenas 25 años, cómo veía su futuro. Mick, muy seguro de su respuesta, dijo: “Me voy a retirar cuando cumpla 33. Es el momento adecuado para que un hombre se dedique a otras cosas. No quiero ser una estrella de rock toda mi vida”.
Paul se hizo vegano cuando, un día, vio como un pez agonizaba en su caña al no poder respirar. Aquello fue hace 30 años. Hoy además mantiene una rutina de yoga y ejericios.
Paul McCartney no anda con vueltas a la hora de mantenerse bien a los 80. Hacer ejercicio y seguir una estricta dieta vegana son quizás los dos pilares.
Pero McCartney levanta pesas en el gimnasio además es aficionado al running y el yoga. A diferencia de su colega, no tiene entrenador personal: “No soy el tipo de persona que necesita un entrenador para mantenerse en forma. Voy y observo lo que ellos hacen y luego les copio” reveló.
Sobre las drogas, confesó hace poco: “La última vez que fumé marihuana fue hace mucho tiempo. En lugar de fumar un porro, ahora tengo una copa de vino tinto o un buen cóctel margarita”.
Como vegano, entre sus platos favoritos, Paul tiene a los tallarines Pad Thai, hamburguesas de yaca, ensalada panazella y galletas crujientes de nueces pecanas.
La prescripción de ejercicio tiene que ser paulatina, gradual y con metas realistas, dicen los especialistas. McCartney viene hace muchos años entrenado y y llevando una alimentación saludable.
Gabriel Lapman, médico nefrólogo y cardiólogo, sostiene a Infobae que las rutinas que pueden hacer los mayores de 80 años son especialmente rutinas de ejercicio aeróbico. “Aproximadamente 150 minutos a la semana. Eso implica caminar aproximadamente 20, 30 minutos al día, cinco veces por semana. Y por otro lado, ejercicio de fuerza, principalmente orientado a la fuerza muscular, que eso previene fracturas y está asociado con longevidad y activación mitocondrial”, explica.
“Esto se puede hacer aproximadamente tres veces por semana, siempre con un chequeo cardiológico previo -sigue Lapman-. Asegurándonos que tenga una función cardiovascular plena o bueno, por lo menos no esté con insuficiencia cardíaca, hipertensión. Después el tema de estiramientos, son muy importantes posterior al ejercicio, porque verdaderamente hay que prevenir las lesiones.
Básicamente la prescripción de ejercicio tiene que ser paulatina, gradual y con metas realistas. No vamos a pedir una persona 80 años que vaya a correr una maratón y levantar pesas, pero si ya viene ejercitando. Hay gente tiene muy buena capacidad”.
Matias Marchetti, licenciado en nutrición y entrenador físico dice que no hay una actividad física para todo el mundo. “No es lo mismo una persona que hizo actividad física toda su vida y que fue envejeciendo, a qu,e por problemas de salud, empieces a hacer actividad física a partir de los 60. Entonces siempre el tratamiento de fuerza es la base de todas las etapas de la vida y que después la parte cardiológica va a dar ese complemento también para lo que es el control de la parte cardiovascular”, sostiene.
Y cierra Marchetti: “Sumado a esto, que sea algo inteligente. Una cosa es el deporte y otra cosa es hacer actividad física para mantenerse sano y y completo. Entonces es un poco de deporte con recreación, un poco de musculación que trabaje la fuerza y después toda la disciplinas tipo, aeróbicas y flexibilidad y otras cuestiones que te van a dar una salud óptima”.