Consejos para dejar de ser una persona insegura

La inseguridad no es un rasgo de la personalidad, sino que va formándose con el paso del tiempo. Esto es una buena noticia, pues si analizamos de dónde proviene, se podrá crear un plan para revertirlo y recuperar esa seguridad que nos falta.

Victoria Orbe, psicóloga en El Prado Psicólogos, indica que aparte de las circunstancias vitales que pueden facilitar la aparición de la inseguridad, las personas con escasas habilidades sociales pueden desarrollar más este aspecto, al igual que aquellas con baja resiliencia. «Asimismo, el perfeccionismo puede llevar a no ser capaz de reconocer tus logros al sentir que nunca eres suficiente».

«Las personas inseguras suelen ser evitativas, lo que denota un sentimiento de incapacidad subyacente que no saben manejar, recurriendo a evitar la situación, sin considerar siquiera afrontarla», explica Orbe.

Esto impide superar nuevos retos, alimentando un sentimiento de incapacidad.

Por otra parte, el preocuparse tanto por la opinión ajena puede generar una distancia emocional en las relaciones, con el fin de prevenir un hipotético rechazo. «Esto lleva a mostrarse de manera cohibida, ocultando los verdaderos sentimientos, sintiéndose cada vez más aislado, incomprendido y solo, llegando a dejar de acudir a reuniones sociales por miedo a exponerse a la opinión ajena», manifiesta.

En los casos más severos, la persona puede llegar a desarrollar ansiedad social, pues le preocupa en exceso la imagen que puede dar. Así, termina repasando de manera obsesiva las conversaciones que ha tenido y qué conclusiones ha podido sacar el otro en su detrimento, generándole ansiedad y lamentándose por ello.

En el polo opuesto, están aquellos cuya inseguridad les hace caer en relaciones de dependencia emocional, al buscar en otra persona esa seguridad que les falta. «Aunque también pueden caer en relaciones abusivas al no poner límites y no autoprotegerse por miedo al rechazo o a no encontrar a otra persona», apunta la psicóloga.

No obstante, algunos terminan adoptando una actitud más agresiva, arrogante o un tanto narcisista como mecanismo de defensa, aparentando una seguridad de la que carecen. También pueden desarrollar celotipia o controlar en exceso a su pareja fruto de esa inseguridad.

Otra de las consecuencias de la inseguridad es caer en algún trastorno de conducta alimentaria con el objeto de mejorar la imagen corporal. Asimismo, esto puede propiciar la aparición de problemas somáticos si se sostiene en el tiempo.

Consejos prácticos para dejar de ser una persona insegura

Orbe subraya que combatir la inseguridad es un trabajo que requiere constancia y esfuerzo. Por ello comparten algunas pautas básicas:

- Analizar de dónde proviene la inseguridad y las creencias negativas sobre uno mismo. ¿Se trata de generalizaciones inadecuadas hechas a partir de hechos aislados?, ¿o son etiquetas que han puesto los demás?

- Ser consciente de los logros. Realizar actividades que te devuelvan la sensación de ser útil, hábil y capaz, así como anotar los logros y empezar a celebrarlos para tomar conciencia sobre ellos.

- Crear un plan. Reflexionar y anotar las propias metas y una fecha realista para su consecución es una buena forma de empezar a afrontar las propias inseguridades.

- Tener en cuenta que no todo depende de uno mismo. Por ejemplo, las relaciones personales no solo dependen de cómo actúa uno, sino que la responsabilidad ha de ser compartida.

- Analizar el diálogo interno. Escribir los pensamientos que reflejan inseguridad ayuda poder replantearse su lógica o veracidad de una forma más objetiva.

- Asumir las críticas. Son una oportunidad para mejorar.

- Dejar de compararse. ¿Cuál es el objetivo de la comparación? ¿Está siendo de utilidad o la principal fuente de malestar?

- Evitar jugar a ser adivino. El pensar tanto en lo que podrían estar pensando los demás suele generar bloqueos. Esto impide actuar como uno considera correcto y, además, suele llevar a hacer conclusiones precipitadas y quizás erróneas.

- No dejarse llevar por el catastrofismo. ¿Qué es lo peor que podría ocurrir?, ¿cuánto durarían las consecuencias?, ¿son importantes?

- Regular la necesidad de aprobación de los demás. Para ello es fundamental escucharse a uno mismo y sentirse satisfecho con los propios logros.

- Reflexionar sobre las personas del entorno. En ocasiones, hay individuos que fomentan la propia inseguridad a través de ciertos comentarios o chantajes emocionales. Poner límites a estar personas es el primer paso para ganar seguridad y sentirse más a gusto con uno mismo.

- Respetarse a sí mismo. Aparte de cuidar el diálogo interno y no emplear palabras denigrantes o generalizar situaciones, es importante respetar el propio criterio. Cuando uno siente que no tiene derecho a hacerlo o que no podría, es importante pensar como sí se puede, aunque no se sienta así en ese momento. De esta manera, se puede valorar la situación de otra forma y prepararse para afrontarla.

- Ajustar el perfeccionismo. Normalizar la presencia de fallos no es sinónimo de conformismo. Hay que tener unas expectativas realistas y valorar si compensa hacerlo perfecto o simplemente bien y ganar bienestar a cambio. Para ello, puede ser útil observar las consecuencias reales que tiene el haber sido más flexible y menos exigente en la tarea.

- Trabajar la autoestima. Tener una buena autoestima no consiste en ignorar los defectos, sino en aceptar y valorar cómo se es. No hay que ser perfecto para ser apreciado y querido.

- Sanar las heridas del pasado. Averiguar cómo ha influido el propio pasado y si se han interiorizado estas experiencias de manera sana.

Dada la complejidad de este punto, la psicóloga declara que puede ser de gran utilidad acudir a un psicólogo que aplique diversas técnicas como EMDR o hipnosis, a fin de reconciliarse con el pasado.

La inseguridad es una de las causas más habituales por las que las personas no consiguen avanzar en sus vidas, pues cada vez se exponen menos a situaciones complejas y si lo hacen pueden sufrir problemas como la ansiedad.

Se puede caer en un estado anímico negativo o terminar padeciendo depresión al sentirse enfadado consigo mismo por cometer errores. Además, es probable sentir culpa y vergüenza por dejar escapar oportunidades y personas, lo que reafirmará ese sentimiento de insuficiencia.

Por ello, si eres una persona insegura y quieres que esto deje de afectar a tu día a día, deberías seguir estos consejos.


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